Bruselas propone medidas para reforzar la independencia de la prensa
● La directiva busca consagrar en ley el principio de la información como un bien público
La Comisión Europea propuso ayer reglas para reforzar la independencia de la prensa, proteger el servicio de los medios públicos, hacer pública la información sobre la propiedad de las empresas de comunicación y el dinero destinado a publicidad institucional.
La Directiva de libertad de prensa busca consagrar en ley el principio de la información como un bien público tras los escándalos de espionaje a periodistas, las dudas sobre la independencia de los medios públicos o la opacidad de las campañas gubernamentales.
Bruselas considera que la situación se ha deteriorado mucho en varios Estados miembros y justifica que la prensa es “esencial para una esfera pública sana, para las libertades económicas y los derechos fundamentales”, con lo que se debe regular con unos mínimos comunes en todos los miembros.
“Ya es hora de actuar. Tenemos que establecer unos principios claros: ningún periodista debe ser espiado por su trabajo; ningún medio de comunicación público debe convertirse en canal de propaganda. Esto es lo que proponemos hoy por primera vez: salvaguardias comunes para proteger la libertad y el pluralismo de los medios”, subrayó la vicepresidenta de Valores y Transparencia, Vera Jourová.
Los medios públicos, a menudo en el punto de mira de gobiernos y oposición, adquieren un papel protagonista en la propuesta de la CE, en la que se señala que su independencia o incluso existencia “no pueden darse por sentadas” porque pueden cambiar con la llegada de un nuevo Ejecutivo o verse afectadas por ataques extremistas.
La propuesta para la directiva señala que la cúpula de estos medios “debe ser elegida de una forma transparente y no discriminatoria”, de forma que representen a la totalidad de la población.
Bruselas ve “crucial” que los lectores, oyentes y espectadores “sepan con certidumbre quién está detrás de los medios” para que puedan “identificar y entender” potenciales conflictos de intereses, clave para formar una opinión; esto también serviría, argumentan, para limitar los riesgos de que se intente interferir en la independencia editorial de la prensa.
Los medios deberán hacer público y accesible el nombre legal y datos de su empresa, el nombre de sus dueños directos o indirectos o de accionistas que “puedan ejercer influencia en la toma de decisiones estratégicas u operación”.
Bruselas establece que los medios deben “tomar las medidas que consideren apropiadas con vistas a garantizar la independencia de las decisiones editoriales individuales”. Se debe “garantizar que los editores son libres para tomar decisiones editoriales libres” y “asegurar que se publique cualquier conflicto de intereses real o potencial” de cualquier parte que participe en medios.