La directiva de Heineken Carmen Ponce, presidenta de la Fundación Cruzcampo
Continuará impulsando el talento joven y su empleabilidad en la hostelería
Carmen Ponce, directora de Relaciones Corporativas y Sostenibilidad de Heineken España, ha sido nombrada presidenta de la Fundación Cruzcampo, con el firme propósito de seguir impulsando el talento joven y la empleabilidad de este colectivo en la hostelería desde su acción social, según confirmó el grupo cervecero en un comunicado.
Ponce asume la presidencia de la Fundación Cruzcampo, la fundación cervecera más longeva de España, tras casi tres años siendo la vicepresidenta.
Con una trayectoria de más de 25 años comprometida con el progreso económico y social de España –en especial de Andalucía–, la Fundación canaliza la mayor parte de la acción social de Heineken España, con el fin de desarrollar el talento joven a través de la formación en hostelería e impulsar su inserción laboral, además de promover la cultura cervecera como parte de nuestro patrimonio cultural.
Todo ello, a través de una escuela propia de hostelería, una microcervecería y espacio social.
LO peor del sistema democrático llega cuando nuestros gobernantes –qué decir de sus oponentes– se meten el en bucle inútil y propagandístico de las soflamas supuestamente ideológicas, que el equipo asesor de turno sustancia en forma de eslóganes que el político y repite hasta dar fatiga; como si gobernar fuera estar siempre en campaña electoral. Nuestro presidente de Gobierno nacional lleva unos meses dale que te pego con la muletilla de “las clases medias trabajadoras”, o, con cierto matiz clasista, “las clases medias y trabajadoras”. Por algún sitio me ha llegado que ya los consejeros áulicos de Pedro Sánchez le han aconsejado abandonar ese mensaje: lo ha agotado, de tanto exprimir tal limón cada vez que tiene una cámara y unos micrófonos delante. Cuando el poder legítimo por los votos toma tintes de bananero y populista, “algo huele a podrido en Dinamarca” (en la obra de Shakespeare, esta frase la dice el secundario Marcelo, que no Hamlet, el protagonista). No es sólo irritante que se presuponga que las clases medias no son las trabajadoras, o que se le tire a todo lo que se mueva por un puñado de dólares de urna, sino que se quiera de forma mema lanzar anzuelos electorales para embaucar y pescar a propios y extraños. Bien mirado, no sabemos quiénes son los propios y quiénes los extraños en un PSOE absolutamente personalizado, y desnaturalizado por un superviviente equilibrista y eficaz gestor de su poder. Como el presidente Sánchez.
Es ingenuo indignarse por que la política se pronuncie con mensajes simplones y dirigidos a la sugestión de las masas: siempre ha sido así. El problema emerge cuando el máximo responsable ejecutivo de un país, erre que erre, orienta sus declaraciones públicas con criterio marquetiniano, y de mediocre estofa. En tiempos