Europa Sur

“La fundación incrementó sus donaciones en la pandemia”

LUIS LÓPEZ DE CARRIZOSA

- Ignacio Casas de Ciria

–Hábleme de la fundadora, doña Catalina de Perea, de su espíritu y de todo lo que queda de su presencia en la obra.

–El espíritu de doña Catalina sigue vivo en nuestros días, desde que se instaló en la actual sede de la fundación en el año 1468 y gracias a su testamento, que sigue vigente desde 1522. Doña Catalina, al fallecer su único hijo, Juan Ponce de León, creó una fundación como un hospital donde se diera cobijo y se atendiera a los más necesitado­s. Actualment­e se sigue cumpliendo con su mandato, a través de los fines fundaciona­les, lógicament­e con una evolución de los mismos y sus obras sociales, adaptándos­e a lo largo de los siglos a las carencias de los más necesitado­s.

–¿Como se gestiona la fundación del hospital en el siglo XXI?

–Se lleva a cabo a través de su patronato, que sigue estando compuesto como en sus orígenes, por tres líneas familiares provenient­es de las tres primeras líneas de patronos que estableció la fundadora. Estas están representa­das por Luis López de Carrizosa Caballero, Pedro de Castilla Bonilla y José María Dávila Shroeder. –¿Cual es su relación con Catalina de Perea?

–Al fallecer el único hijo que tenía doña Catalina de Perea, deja como patronos a sus tres sobrinos, dos de los cuales eran hijos de su hermana, doña María de Perea, que estaba casada con Diego López de Carrizosa. De este matrimonio viene la relación de la familia López de Carrizosa con la fundación. También debido a este matrimonio se encuentra enterrado en San Juan de los Caballeros el padre de doña Catalina junto a numerosos miembros de la familia López de Carrizosa de la época. –¿Cómo se gestiona ahora el hospital de la

Resurrecci­ón y qué posibilida­des tiene?

–Se gestiona a través de su patronato y sus posibilida­des deben de ir vinculadas a la consecució­n de dichos fines como, por ejemplo, este año con la apertura próximamen­te del museo, con el que se pretende además de enseñar su obra, conservar y mantener el patrimonio de la fundación.

–¿Cómo llega el privilegio de ser el continuado­r de la obra de Catalina de Perea?

–Como bien dices, este privilegio conlleva una gran responsabi­lidad que se va transmitie­ndo de padres a hijos desde que somos pequeños, de esta forma cuando nos toca ejercer como patronos ya tenemos cierta experienci­a acumulada.

–¿Qué significa la fundación en su vida?

–Es una institució­n que forma parte de mi vida desde muy joven, al principio viendo a mi padre actuar como patrono, después ayudándole durante años en su labor de gobierno, hasta que llega el momento de ejercer como tal.

–¿Este espíritu fundaciona­l se lo está transmitie­ndo a sus hijos?

–Espero que sí. Estoy ha-*

Su patronato está formado por tres líneas familiares descendien­tes de la fundadora”

ciendo lo mismo que hizo mi padre conmigo, y a su vez, con mi padre mi abuelo, todos hemos vividos desde muy pequeños la Fundación de Utrera.

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