Gran tarde de toros en Salamanca con Morante, Talavante y Roca Rey
PLAZA DE TOROS DE SALAMANCA
GANADERÍA: Toros de Núñez del Cuvillo, el cuarto como sobrero, de bonitas hechuras pero terciados salvo quinto y sexto, nobles y justos de fuerza y de raza. Punteaba el primero, de gran clase y recorrido por el izquierdo el segundo, soso y falto de raza el tercero, noble y con clase el cuarto, rebrincadito el flojo quinto, con recorrido el noble sexto TOREROS: Morante de la Puebla, (carmelita y blanco): pinchazo hondo (pitos) y estocada entera trasera (dos orejas) Talavante, (blanco y oro): estocada trasera tendida y desprendida (dos orejas) y dos pinchazos y descabello (ovación) Roca Rey, estocada trasera y caída (oreja) y estocada hasta la bola (dos orejas)
INCIDENCIAS: Entre las cuadrillas destacaron Miguelin Murillo con las banderillas en el quinto; y eficaces Antonio Chacón en la lidia y Viruta con las banderillas en el que cerraba plaza. “No hay billetes” en tarde de veraniega.
Roca Rey, que ha cortado tres orejas, Morante y Talavante, que han obtenido doble trofeo cada uno, han triunfado ayer en la feria de Salamanca, en tarde de triunfalista, con un manejable encierro de Núñez del Cuvillo.
Pintaron bastos en el abreplaza que punteó los engaños. Morante decidió despacharlo con brevedad, con bronca del público
Hizo gestos ostensibles Morante al presidente de que no veía el cuarto, calentando el ambiente hasta que fue devuelto el animal. El sobrero, de finas mazorcas, se llamaba como el célebre Arrojado indultado por Manzanares en La Maestranza. Morante tornó las lanzas en cañas en el recibo con el capote. Verónicas con la mano de salida muy altas en el quite, reminiscencias antiguas.
Preciosos los ayudados rodilla en tierra en el inicio del trasteo, pegado a tablas. Con la planta asentada, Morante se puso a torear por la derecha. Arrojado embestía de dulce. Armonía, pura improvisación en los remates y cambios de mano. Faena imperfecta, sin guión establecido, en la que recorrió mucha plaza, con pasajes atropellados y otros mágicos, de gran inspiración. Excesivo premio el segundo trofeo.
Talavante recibió al segundo a la verónica con las manos muy bajas y tafalleras. De extraordinario ajuste el quite por gaoneras. Un toro de excelente clase y recorrido en la muleta con embestidas para soñar el toreo por el izquierdo. Talavante firmó una faena exquisita al natural; la zurda de oro salió a relucir, pura seda en tandas de seis y siete muletazos. En los viajes por la derecha no le pudo apretar, el animal perdía las manos. Magnífico el broche al natural a pies juntos.
Cumplió en varas el quinto, con más remate que sus hermanos, la corrida no había pasado de discreta en el peto. Tenía buen aire en la muleta el de Cuvillo, pero al límite de fuerza, Talavante no le pudo apretar. Requería trato con suavidad, sin brusquedades, y el extremeño toreó con suavidad y despaciosidad al natural, a media altura.
Accidentada lidia en el tercero, con un caballo desbocado que demoró la lidia diez minutos. Frío el ambiente, lo quiso calentar Roca Rey con un inicio de rodillas y faena voluntariosa a un toro soso y desrazado. Estocada fulminante.
En el que cerraba plaza Roca Rey salió como gallo que defiende su corral, en un recibo por gaoneras. Sin meterle las cuerdas, pidió el cambio el peruano. Tras un inicio de faena en los medios, de rodillas, se puso enseguida sobre la diestra, aprovechando la boyante embestida del toro. Corrió bien la mano, con temple y ligazón. También al natural exprimió la embestida. No faltó el arrimón final con gran espadazo.