Europa Sur

Airbus subasta las piezas del A380

● Se puede adquirir desde el bar de la cabina a la taza del váter ● Es una iniciativa solidaria en la que colaboran artistas callejeros que han plasmado su obra en algunas partes del avión

- C. Perdigones

El Airbus A380, el avión de pasajeros más grande de la historia de la aviación civil, es ya un objeto de coleccioni­stas. No el avión en sí, puesto que para hacerse con él había que pagar alrededor de 400 millones de dólares o unos 100 millones de comprarlo de segunda mano a compañías que se han desprendid­o de él, pero sí algunas de las piezas de la “icónica leyenda”,

Del 13 al 15 de octubre, Airbus va a celebrar una subasta en la que se podrán obtener piezas de la aeronave. Al evento al que se podrá asistir en Toulouse (Francia), lugar desde el que el A380 realizó su primer despegue el 27 de abril de 2005 o de forma online.

Se trata de una subasta solidaria en la que se pretenden recaudar fondos para la Fundación Airbus, facilitand­o iniciativa­s benéficas en todo el mundo y apoyando proyectos de interés general. Parte de esos ingresos también se donarán a la asociación Airitage, que preserva el patrimonio aeroespaci­al.

Divididos en tres bloques, uno para cada día de la subasta, Airbus ofrece más de 500 artículos, en su mayoría de la cabina de este emblemátic­o avión, a los entusiasta­s de la aviación en una subasta que se celebrará bajo el martillo de Maître Labarbe. Se podrá adquirir desde parte del fuselaje del avión a un cubo de basura por 50 euros como precio de salida. La gran mayoría de las piezas proceden del A380 MSN13, que entró en servicio en 2008 y fue meticulosa­mente deconstrui­do en 2021.

En el listado aparece una fila de tres y otra de cuatro asientos del A380, uno de los compartime­ntos para equipajes, el kit de demostraci­ón de seguridad de la tripulació­n, e incluso mobiliario de los baños como un lavabo de primera clases de imitación de mármol y la taza y asiento del inodoro. Así, pestillos, linternas señales de salida, señales de “ocupado” de los baños y hasta un hacha de rescate, forman parte del catálogo.

Pero sin duda, uno de los objetos de mayor atractivo para los coleccioni­stas es el traje de vuelo que utilizó Claude Lelaie, piloto de la aeronave durante el primer vuelo del prototipo el , 27 de abril de 2005. El Bar de la Cabina Ejecutiva del avión, con un precio de salida de 20.000 euros, es la pieza más cara de la subasta.

Pero además de esto, en la subasta se van a ofrecer también piezas únicas diseñadas en colaboraci­ón con distintos artistas, que las han convertido en obras de arte y que serán unos de los principale­s reclamos del evento.

Airbus ha decidido confiar determinad­as piezas del A380 selecciona­das para la subasta a artistas especializ­ados en arte callejero. Entre ellos están: Kellymiti, Méro, Miadana Randriamor­asata, Sabha, O’rabbit (Lapin), Spot y Xerou. Ellos han plasmado su obra en elementos como el aspa del reactor del sistema de propulsión o en carros de cabina.

El primer vuelo del A380 se producía en abril de 2005, justo once meses después de la entrega del primer estabiliza­dor horizontal que la factoría de Airbus en Puerto Real construía para el gigantesco ‘superjumbo’. Exclusivam­ente en la construcci­ón de las piezas del A380 trabajaban unos 200 trabajador­es de una plantilla total de 534 personas que entonces había. Además, otras 300 participar­on como proveedore­s y 500 más en toda la Bahía se volcaron con un proyecto que elevo a la planta de Puerto Real hasta lo más alto, y que ha terminado siendo su talón de Aquiles.

El fin de la producción del A380 en 2021 ha tenido un gran impacto en la fábrica puertorrea­leña, responsabl­e del ensamblaje de tres piezas. Concretame­nte, el estabiliza­dor de cola, de 40 metros de largo y que se envía en barco desde La Cabezuela a Toulouse a la línea de montaje final, el HTP o timón de profundida­d y la panza o belly fairing.

Pero el A380 no cumplió las elevadas expectativ­as comerciale­s de Airbus, que en los últimos años había reducido la cadencia de producción a tan sólo seis unidades al año, hasta que su construcci­ón se convirtió en un recuerdo de lo que pudo haber sido y no fue.

La planta de Puerto Real, que tuvo que reorganiza­r su distribuci­ón interna para sumarse al proyecto, quedó tocada tras su caída. La pandemia se encargó de empeorar las cosas en una fábrica que no ha tenido peso en los planes de futuro de la compañía, y que va a ser desmantela­da para trasladar tanto la producción como a su plantilla a la existente en el CBC de El Puerto.

Aunque se han planteado distintas propuestas para mantener actividad industrial y tecnológic­a en la planta de El Trocader, lo cierto es que no hay nada firme ni concreto, y el futuro de las instalacio­nes está, como todo lo que allí se fabricó en su etapa más esplendoro­sa, en el aire.

 ?? D.C. ?? Algunos de los artistas que han plasmado su obra en partes del avión.
D.C. Algunos de los artistas que han plasmado su obra en partes del avión.
 ?? D.C. ?? Uno de los modelos del A380 de Airbus.
D.C. Uno de los modelos del A380 de Airbus.

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