Invertir en Defensa, invertir en paz

INVERTIR en Defensa es invertir en paz e invertir en libertad”. Esta solemne afirmación, enunciada por la ministra de Defensa, Margarita Robles, el pasado viernes durante su participación en el Foro Joly Andalucía, es toda una declaración de principios sobre la necesidad de que España eleve su gasto militar. La reflexión de Robles, juez de profesión, es oportuna por dos razones. La primera es el contexto bélico que vive Europa desde hace siete meses con la invasión –ilegal y criminal– de Ucrania por parte de Rusia. Es necesario, por tanto, contar con unas Fuerzas Armadas preparadas para afrontar el desafío de una agresión, incluso de una guerra. La segunda razón de oportunidad es que están a punto de conocerse los Presupuestos Generales del Estado para 2023, en los que el incremento del gasto en Defensa debería quedar patente de manera nítida, a pesar de que el socio minoritario de la coalición, Unidas Podemos, ponga reparos basados exclusivamente en argumentos ideológicos. El envío de armas y munición por parte del bloque de la OTAN a Ucrania

La llamada de Margatita Robles a elevar el gasto militar de España a partir del año 2023 es oportuna en el conxtexto actual

se ha demostrado clave para que ese país pueda repeler el ataque ruso en una guerra cruenta. La alternativa es aún peor, porque mandaría un mensaje erróneo a cualquier régimen autócrata que tenga la tentación de usar la fuerza. La llamada a incrementar la inversión en Defensa la hizo Robles, además, en una comunidad autónoma con fuertes lazos de unión con las Fuerzas Armadas y en la que se asientan industrias que tienen un papel relevante en el sector, caso de Navantia o Santa Bárbara Sistemas, lo que enfatiza el acierto en su planteamiento. En un mundo amenazado como el actual, invertir en Defensa es hacerlo en pos de la paz y de la libertad.