Retrato de atleta sobre fondo ucraniano
invasión armada, a cuenta del enfrentamiento entre quieren sacudirse la tutela rusa e integrarse en la UE y quienes –con el potente apoyo de Rusia– quieren seguir de alguna forma siendo su satélite tutelado y mantenerse en la órbita de la Comunidad de Estados Independientes que agrupa a nueve de las quince antiguas repúblicas soviéticas. La crisis acabó con el derrocamiento del presidente prorruso y antieuropeísta Yanukóvich, la adhesión de Crimea a Rusia, la escalada de la tensión y no pocos exilios.
El personaje guía que se mueve sobre este fondo es una jovencísima gimnasta ucraniana exiliada en Suiza tras sufrir un ataque, dispuesta a los mayores sacrificios para triunfar. Sacrificios
físicos que se suman a los de la soledad del exilio y la separación de su familia a la que deja expuesta a las violencias y peligros de la tensa situación de su país.
La superposición del personaje sobre el fondo es tan eficaz gracias a la sobria y eficaz dirección del debutante Elie Grappe, director francés afincado en Suiza, que la película logra, a través del retrato de la atleta, representar el sufrimiento de su nación y de su pueblo. El recurso de fundir la parte ficcional de la vida y sacrificios de las atletas, dándole el punto de verdad de que tanto la protagonista como sus compañeras y sus rivales estén interpretadas por auténticas atletas y rodando con un estilo directo, con las imágenes documentales de los sucesos de Kiev, en vez de desequilibrar la película entre imágenes ficcionales y reales, logra equilibrarla manteniéndola en un muy interesante territorio o tono de verdad humana e histórica que elude tanto la trillada historia de superación deportiva con final feliz como el panfleto.
Una pequeña gran película, honesta, necesaria vistos los trágicos acontecimientos que se viven en Ucrania (la película fue presentada seis meses antes de la invasión), muy bien interpretada por la atleta Anastasiia Budiashkina y rigurosamente fotografiada por Lucie Baudinaud, que tiene la capacidad de crear imágenes hermosas sin retórica, una belleza cargada de verdad.