El eterno teorema de la manta
● La Balona alcanza la solidez defensiva en las dos últimas jornadas... en las que no marca ● Solo un equipo en el grupo I, el Mérida, acredita peor balance atacante que los de La Línea
La Real Balompédica Linense supera la quinta jornada sin haber conocido la victoria y enredada en el eterno teorema de la manta: cuando defiende a un buen nivel y deja el marco a cero no anota. Y cuando marca, es demasiado vulnerable. Alberto Monteagudo tiene la [complicada] tarea de conjugar la sobriedad defensiva de los dos últimos encuentros –sobre todo el de este domingo en Pasarón ante el Pontevedra (0-0)– con una mayor proyección ofensiva. De eso depende que el equipo de La Línea deje de coquetear con los puestos de descenso.
Solo un equipo, el Mérida, presenta peor balance anotador que la Balona entre los 20 competidores del grupo I. Los romanos, que estrenaron su cuenta goleadora el sábado para evitar la derrota en casa, han marcado un gol en cuatro partidos y acreditan 0,25 por duelo. La Balompédica tiene cuatro en cinco compromisos (0,80), los mismos que Algeciras CF, San Fernando, Unionistas de Salamanca, Rayo Majadahonda y Ceuta.
El Talavera solo ha marcado en tres ocasiones, pero es, al haberse incorporado tarde a la competición, solo ha jugado tres partidos (por lo tanto presente uno de promedio).
En el apartado defensivo, sobre todo después de los dos últimos compromisos, el balance es más satisfactorio. Con seis goles en cinco duelos (1,2), hay nada menos que ocho equipos con peores números. No está nada mal para un conjunto que tiene como objetivo evitar el descenso.
La duda que se plantea ahora es qué fórmula debe emplear el preparador albaceteño para reunir el juego atractivo de los primeros encuentros (pero con infinitamente más presencia en el área) y la solvencia atrás, que por cierto ha llegado con la pareja Jesús Muñozborja López en el centro de la retaguardia. No es un cóctel nada fácil. Porque ni siquiera en los primeros partidos ese fútbol más del agrado del público se tradujo en aluvión de ocasiones. Más bien todo lo contrario.
De hecho, la Balona es de las poquísimas escuadras de la Primera Federación en las que sus nueves (Gerard Oliva y Nacho Heras en el caso de los albinegros) aún no han estrenado su cuenta goleadora. También es cierto que ambos son, ante todo, moradores de área y que desde esa triple media punta que utiliza el preparador tampoco es que se les haya surtido de balones como para que queden señalados por esa merma.
El próximo domingo (12:00) llega al Municipal uno de los equipos que despliega mejor fútbol del grupo I, el Celta B, que recuerda por su desparpajo y calidad individual al exitoso Villarreal B que el curso pasado logró el ascenso. ¿Debe la Balona exponer e ir a buscar el triunfo a cara descubierta? ¿O plantear un partido a la contra? ¿Recuperará el míster a Omar Perdomo –en caso de que esté totalmente recuperado de sus dolencias– y mantendrá a Joao Pedro?, lo que implica que los laterales sufren más ¿o apostará por jugadores de corte más destructivo en los costados? ¿Mantendrá a un futbolista más físico como Jose Masllorens en el eje de la medular o sostendrá a Nico Delmonte, que tiene mejor circulación de balón?
En definitivas, ¿hacia dónde debe tirar de la manta?