La inocencia de los niños
La ministra Irene Montero ha hecho unas declaraciones en las que dice que los niños tienen derecho a amar o tener relaciones sexuales con quién les dé la gana, basadas eso sí en el consentimiento, y esos son derechos que tienen que ser reconocidos. Señora ministra, sus afirmaciones me acaban de producir un verdadero bombazo en mi mente y en mi corazón, más aún que las amenazas del señor Putín sobre las armas nucleares, las cuales podrían destruir muchas vidas.
Le voy a contar brevemente un hecho real: Este personaje con muy corta edad sentía la necesidad fisiológica de practicar sexo, el cual le fue atrapando conforme iba creciendo, aunque en lo más íntimo de su corazón no lograba aceptar tal pecado. Hasta que un buen día, el más bello y feliz de toda su vida, tuvo la gran dicha de recibir y ver la luz más bella y hermosa de la santa creación, y así su vida fue tomando sentido de ser y entendiendo el por qué y para qué estamos aquí en este mundo y Dios nos ha creado.
Usted ostenta una posición privilegiada y la oportunidad de manejar datos. Diga públicamente la cantidad de sucesos que se cometen cada día en España, y en todo el mundo, referentes a este tema, con las desilusiones, fracasos, depresiones, locuras, cuadros familiares o sociales, incluso multitud de suicidios y muertes que provocan. ¿Cómo es posible que una persona como usted, que goza de una familia con niños, pueda decir tales barbaridades? Los niños por naturaleza gozan del derecho de la santa pureza e inocencia, no pretenda usted quitárselas ya que algún día ellos mismos, incluido sus propios hijos, les pedirán cuentas. Eduardo Martín Subirats