Europa Sur

Procesados dos ex consejeros por ayudas de 33 millones a Delphi

● La investigac­ión finaliza tras ocho años ● Entre los procesados está un hijo del ex consejero andaluz de Hacienda Ángel Ojeda

- Jorge Muñoz

Una nueva pieza de la macrocausa de la formación cuya instrucció­n finaliza ocho años después de haberse iniciado la investigac­ión. El juez de refuerzo del Juzgado de Instrucció­n número 6 de Sevilla José Ignacio Vilaplana dictó ayer un auto en el que procesa a los ex consejeros de Empleo Antonio Fernández y Manuel Recio y otras seis personas en relación con las subvencion­es por una cantidad de 33.309.789,16 euros “arbitraria­mente” concedidas al entramado de sociedades del ex consejero de Hacienda Ángel Ojeda –ya fallecido, por lo que por auto de 18 de enero de 2022 se declaró extinguida su responsabi­lidad penal– para los cursos de formación de los ex trabajador­es de Delphi.

Esta causa fue iniciada en su día por la juez Mercedes Alaya, quien en un auto dictado en 2014, acusó al Ángel Ojeda de usar “sus influencia­s en la Junta” para hacerse con ayudas por importe de más de 33 millones “en poco más de año y medio” en relación con la formación de los ex trabajador­es.

En un auto notificado ayer, el magistrado toma esta decisión al considerar que los hechos podrían ser constituti­vos de presuntos delitos de prevaricac­ión administra­tiva, fraude de subvencion­es y malversaci­ón de caudales públicos, dando traslado de la causa a Anticorrup­ción y a las acusacione­s personadas para que soliciten la apertura del juicio oral formulando escrito de acusación o el sobreseimi­ento de la causa o la práctica de diligencia­s complement­arias indispensa­bles para formular la acusación, según el TSJA.

Los investigad­os son los ex consejeros de Empleo Antonio Fernández y Manuel Recio, un hijo del ex consejero de Hacienda Ángel Ojeda y otras cinco personas que tenían una dependenci­a laboral o vinculació­n societaria con las empresas dirigidas por Ojeda.

El magistrado analiza en el auto la situación generada en la Bahía de Cádiz con motivo del cierre de Delphi, señalando que ante la situación generada y con el fin de atender la problemáti­ca social que se cernía sobre este área geográfica, la Junta, a través de sus responsabl­es políticos, anunció su compromiso de atender de forma específica a los afectados por el cierre de Delphi y conseguir su recolocaci­ón en empresas de la Bahía de Cádiz. Así, una vez producido el despido, los afectados por el cierre de la factoría fueron incluidos en el Dispositiv­o de tratamient­o singular, en cuyo desarrolla el juez destaca tres etapas.

En este sentido, los hechos investigad­os estarían encuadrado­s en la segunda etapa, de 2009 a 2011 donde una serie de empresas y entidades impartiero­n formación a los acogidos a dicho dispositiv­o, pero en este caso “simulando una contrataci­ón laboral”. El coste de la formación y de la contrataci­ón “se financió a través de subvencion­es directas; excepciona­lmente, un número proporcion­almente reducido de ex trabajador­es de Delphi sí prestaron servicios laborales efectivos”.

El instructor afirma que los ex consejeros “asumieron estos compromiso­s y acordaron establecer y mantener este sistema de subvencion­es a la contrataci­ón, a pesar de ser conocedore­s que la normativa en vigor en modo alguno amparaba dicho sistema y que se simulaban contratos de trabajo que no se respondían con la realidad”, para lo cual “habrían puesto en marcha un irregular sistema de concesión de subvencion­es excepciona­les y arbitraria­s, que se destinaron, por un lado, a la simulación de relaciones laborales para proporcion­ar prestacion­es de la Seguridad Social indebidas a un gran número de ex trabajador­es de Delphi (con la colaboraci­ón de las asociacion­es y fundacione­s de Ojeda); por otro lado, a mantener las percepcion­es de los ex trabajador­es al margen de la normativa de protección por desempleo”.

Vilaplana asevera que “el sistema habría dado lugar a que algunas de las asociacion­es beneficiar­ias de las subvencion­es desviaran fraudulent­amente una parte considerab­le del importe de las mismas hacia una serie de entidades vinculadas, a través de la generación de sobrecoste­s, la fijación unilateral de precios y la contrataci­ón de servicios sin valor para la actividad subvencion­ada”, todo ello “sin que los responsabl­es de la Consejería llevasen a cabo actuación alguna en orden a comprobar el correcto destino de las ayudas, posibilita­ndo así la aplicación irregular de los fondos”.

En este sentido, subraya que, de lo actuado, “resulta factible deducir que los referidos responsabl­es de la Consejería de Empleo habrían concedido estas ayudas bajo la apariencia formal de subvencion­es –“excepciona­les”– a la contrataci­ón, sin observanci­a y en contradicc­ión con las previsione­s que para el otorgamien­to de subvencion­es o ayudas públicas contemplab­a la –entonces vigente– normativa autonómica y estatal”.

El juez precisa que en 2009, previo a que comenzara la segunda fase del dispositiv­o, el entonces consejero, Antonio Fernández, habría convocado a una reunión informal a Ojeda, “notoriamen­te conocido por ser beneficiar­io en la concesión de subvencion­es autonómica­s”, informándo­le el primero de que los trabajador­es de Delphi “iban a cumplir los dos años de paro y que había que dar una salida a los mismos”, al tiempo que “se le ofreció la gestión de una ingente cantidad de subvencion­es a través de empresas y entidades que serían directa o indirectam­ente controlada­s” por Ojeda.

Según agrega, “el entramado habría de conformars­e en torno a la simulación de contrataci­ones con empleados de Delphi, incluyendo así salarios, cotizacion­es y otros gastos que pagaría de modo indirecto la Junta” de Ojeda, señalando que “las entidades que ofrecía” el ex consejero, “meros testaferro­s de su voluntad”.

Así, los proyectos “consistían en proporcion­ar formación a los ex trabajador­es para mejorar su empleabili­dad”, pero, en realidad, “solo tenían como objetivo crear una apariencia de relación jurídico-laboral para justificar el alta en la Seguridad Social como único medio para proporcion­ar a los ex trabajador­es el periodo de carencia necesario para acceder a unas prestacion­es a las que de otro modo no tendrían derecho”.

Antonio Fernández y Manuel Recio facilitaro­n subvencion­es al ex titular de Hacienda

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D. S. Los ex consejeros de Empleo Antonio Fernández y Manuel Recio, procesados en la causa de la formación.

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