La educación financiera, clave para reducir el estrés que causa el dinero
● El encuentro ‘Salud financiera como estilo de vida’ pone de relieve que la gestión de la economía es el segundo motivo que causa más ansiedad a los ciudadanos actualmente
La educación financiera y el asesoramiento en este ámbito son claves para ayudar a reducir el estrés que se ha visto agravado en los últimos cambios debido a la incertidumbre causada por el Covid, según los ponentes del encuentro en Málaga
organizado por el Grupo Joly, patrocinado por BBVA y moderado por Magdalena Trillo, asesora de Transformación Digital del Grupo Joly. Durante el mismo, Laura Rojas Marcos, doctora en Psicología Clínica, Forense y de Salud; Francisco Javier Jerez Basurco, director de la Territorial Sur de BBVA: y Joan Roca, chef del Celler de Can Roca, debatieron sobre el impacto de la gestión de la economía en la salud de las personas y la importancia de saber gestionar las emociones.
El confinamiento provocó que aumentara el estrés entre la población. Ante este escenario, los ponentes aseguraron que la gestión de la economía es el segundo motivo que causa más ansiedad en la sociedad, después de la posibilidad de tener problemas de salud, y coincidieron que ello está influenciado, no solo por la incertidumbre, sino también por la subida de los precios de todos los productos. En este sentido, también incidieron en la importancia de enseñar a a toda la ciudadanía y, sobre todo, a las nuevas generaciones a “gestionar el estrés” tanto en el ámbito financiero como en su vida cotidiana.
Francisco Javier Jerez Basurco, director de la Territorial Sur de
BBVA, insistió durante el encuentro que es necesario poseer una serie de herramientas para aliviar este estrés: “Tener una buena gestión de los gastos, un adecuado control de la deuda que sea proporcional al nivel adquisitivo, tener la posibilidad de ahorro y estar bien planificado para el futuro y posibles contingencias”. Así pues, añadió que “esto está al alcance de todos” y que desde BBVA acompañan siempre que sea necesario, sobre todo actualmente con las nuevas tecnologías.
A su juicio, el crecimiento de la digitalización que generó el confinamiento hizo que “el cliente se diera cuenta de la aportación de valor que tiene poder hacer todo lo que se hace en una oficina a través de la aplicación”. En este sentido, Jerez Basurco indicó que los tres factores fundamentales en la experiencia digital del cliente son “la anticipación para que el cliente no tenga que estar pendiente de sus cosas, que pueda tener la experiencia completa en la aplicación y complementar o completar esta experiencia digital con un asesoramiento personal”. Los resultados del uso de la aplicación son positivos y el “índice de valoración es mucho mejor entre los que tienen una experiencia digital y los que no la tienen”.
Cierto es que también existen dificultades. A nivel empresarial, el director de la Territorial Sur de BBVA señaló que los retos más importantes son los que están relacionados con la deuda, la tesorería y la gestión de ambas. Aunque apuntó que “la mayor dificultad es el tiempo” porque es muy importante “la anticipación para que el empresario pueda dedicarse a su negocio con la tranquilidad de saber que tiene un asesoramiento financiero detrás” .
Cierto es que la subida de precios y la inflación hacen que el ahorrar sea algo difícil, pero Jerez Basurco puntualizó que “cada persona se ajusta a sus posibilidades y lo que pretendemos es generar hábitos para que si es posible que el ahorro sea del 20% que lo sea, o si es del 5% que lo sea así, pero conseguir que se tenga el hábito de ahorro”.
En este sentido, Rojas remarcó que el dinero afecta a la ansiedad, ya que “es la segunda fuente de malestar, sobre todo en estos tiempos de incertidumbre y de cambios”. Actualmente, la población se encuentra en una situación con unos niveles de estrés muy altos que se han visto aumentados con la llegada de septiembre porque “los nuevos comienzos” siempre generan un pico de estrés. Por ello, insistió en que es muy importante cuidar tanto la salud financiera como la salud emocional “en el inicio de las nuevas etapas”.
Al observar la situación actual, la psicóloga está segura de que ahora es el momento en el que se debe educar a la sociedad y, sobre todo, a los más pequeños para que sepan “administrar su dinero, ahorrar e invertir en un futuro”. Si, económicamente hablando, esto se consigue, “nuestra salud física y emocional se va a encontrar muchísimo mejor”.
Además, este estrés afecta de forma diferente a todas las personas, independientemente de si son hombres o mujeres. Por ello, comentó que a día de hoy como consecuencia de la ansiedad y de la incertidumbre muchas personas toman decisiones de forma impulsiva. Como solución sugirió que se les debe enseñar a “gestionar mejor esas dificultades”. Así pues, el mayor reto para la sociedad actualmente es “conseguir bienestar, tranquilidad, aceptar que la vida cambia, que el control total no existe, que todos cometemos errores y tenemos que adaptarnos a esta situación y tomar decisiones que no nos gustan”.
Con respecto a la digitalización, analizó la situación que están viviendo los jóvenes y remarcó que su nivel de estrés y de incertidumbre e indecisión es muy alto, ya que su etapa de crecimiento y de desarrollo han sido totalmente diferentes y en tiempo récord tuvie
ron que “adaptarse a lo digital que ha venido para quedarse”.
En estos últimos tres años la vida de los jóvenes ha cambiado, ya que “han tenido que adaptarse a la hora de ir a clase, de hacer amigos, de socializar, de aprender o incluso compartir”. Por ello, a la hora de afrontar esta situación, Rojas remarcó que todo el mundo debe preguntarse “qué es lo que necesita para hacer frente a esta difícil situación y diferenciar entre lo que se quiere y lo que se desea”. En este punto, hay que tener en cuenta que “cada uno necesita cosas diferentes y se debe aprender a diferenciar entre lo que quiero y deseo y lo que realmente necesito”.
Cuando no se consigue diferenciar entre lo que necesito y lo que quiero, “nos volvemos seres dependientes, ansiosos, a veces incluso impulsivos”, señaló. Por ello, se necesita asesoramiento, ya sea por parte de un profesional o por parte de un familiar, para que así se puedan tomar las decisiones en relación a las necesidades.
La incertidumbre que rodea a la sociedad desde hace tres años ha provocado que los profesionales sanitarios se encuentren “saturados y cansados”. Al igual que los jóvenes necesitan ayuda para gestionar todos los cambios que están viviendo a día de hoy, los sanitarios también “necesitan esa ayuda en todos los ámbitos para aprender a gestionar esa incertidumbre”, dijo Rojas.
Otro aspecto que causa estrés son las expectativas que espera una persona de sí misma o de los demás. “Cuando caemos en esas tiranías de los deberías entramos en una sensación de insatisfacción que hace que sintamos que no estamos a la altura”, subrayó Rojas.
A la hora de asumirlas, se debe “hacer un poco de introspección sobre cómo gestionáis vuestra salud financiera y emocional, a la vez que con los pies en la tierra vais trabajando y analizando lo que se tiene delante para crear sueños que ir cumpliendo poco a poco, contando con una red de ayuda basada en el compromiso”, señaló la doctora en Psicología. Por otro lado, también remarcó que estos tienen un lado positivo y hay que verlos desde un punto de vista más “saludable”, ya que ayudan a “aprender de los errores y a tener la humildad de reconocer que hay cosas que se pueden mejorar en el futuro”.
Por su parte, Joan Roca, chef del Celler de Can Roca, aseguró durante su intervención que en su restaurante son conscientes de que “cuidar a las personas es algo clave”, pero consideran que “en la hostelería es vital”. De este modo, para mantener, desde el respeto, “el espíritu latente”, cuentan con una psicóloga que “ayuda al equipo a gestionar sus emociones y a mantener el buen ambiente dentro de equipo donde hay mucha competitividad y mucho estrés”. Esta profesional ayuda a los trabajadores a gestionar las expectativas con las que llegan los clientes al restaurante. Muchos de ellos tienen reservas con 11 meses de antelación y quieren “estar a la altura” de las expectativas del consumidor. A día de hoy, para el chef es muy importante que un restaurante asuma responsabilidades y no solo en “pensar en cómo podemos cocinar mejor”, sino que también se fijan en que el cliente “quiere saber cómo te mueves en tu entorno, cómo tratas a tu equipo, cómo haces que esa sostenibilidad medioambiental y económica se vea reflejada en tus platos”.
Desde el punto de vista de la restauración y sobre el hecho de combinar la sostenibilidad con la salud financiera en una época en la que la inflación está al alza, Roca considera que para estas empresas consiste en asumir responsabilidades “con el equipo y con el ecosistema económico que hay alrededor de un restaurante como es el Celler Can Roca”. Los restaurantes de alta cocina son “complejos”, que asumen retos que los adaptan a las circunstancias. Uno de ellos son los pequeños proyectos sostenibles en los que participan, como “un pequeño taller delante del restaurante donde reciclábamos las botellas de vino y las convertíamos en vasos y en vajillas y luego se las ofrecíamos a los clientes” o el equipar a todo el equipo “con uniformes elaborados con plástico reciclado”, comentó Roca.
El sector de la gastronomía ha vivido una gran revolución “sin precedentes que ha impactado e influido en gran medida”. Debido a ello, Roca se ha percatado que a pesar de que en los últimos 20 años se han inventado muchísimas técnicas, en los congresos a los que ha acudido se habla “cada vez más de valores o de lo que podemos hacer para mejorar”. Gracias también a esta revolución Roca aseguró que hay muchos jóvenes que desean ser chef que se marcan unas exigencias muy grandes que se basan en reconocimientos y él mismo afirmó que “no tenemos que obsesionarnos con los reconocimientos porque no siempre depende de nosotros”. La clave está en “tomar tanta distancia como podamos y hacer lo que realmente te gusta”.