Los empresarios y directivos reivindican que son la solución, no el problema
● El Rey destaca las fortalezas de España para poder afrontar el momento actual de crisis
Los empresarios y directivos españoles reivindicaron que son “la solución, o parte de la solución, no el problema”, como defendieron el presidente de la CEDE, Isidro Fainé, y de la patronal española (CEOE), Antonio Garamendi.
Unos mil empresarios acudieron ayer al XXI Congreso de la Fundación Cede-confederación Española de Directivos y Ejecutivos que se celebró en el BEC de Barakaldo y en el que intervinieron el rey Felipe y varios de los principales ejecutivos españoles.
La crisis centró las intervenciones. El Rey solicitó a los ejecutivos que compaginen su labor con la “cooperación para bien de todos” ante una situación económica y mundial “muy compleja”.
Don Felipe sostuvo que la respuesta a este momento histórico de cambio depende de los Estados, organismos internacionales y grandes multinacionales, pero también las empresas tienen que tomar “importantes decisiones” para lograr la adaptación, minimizar riesgos y “saber dónde están los límites para invertir y de la competencia o como compaginarla con la cooperación para bien de todos”.
El Rey destacó que España cuenta con “ciertas fortalezas” que dan “confianza” para afrontar este momento de crisis y cambio, sobre todo gracias a la internacionalización de sus empresas, como refleja el récord histórico de exportaciones del primer semestre (223.000 millones de euros).
“La española es una economía más abierta, que se apoya en una base más amplia de empresas que exportan regularmente y que están mostrando flexibilidad y resistencia frente a la crisis”, señaló.
Los empresarios intervinientes pidieron “estabilidad por encima de todo” y “seguridad jurídica para atraer inversores”.
LAS DECLARACIONES DEL PRESIDENTE
Antonio Garamendi criticó la actuación del Gobierno tanto en la fiscalidad como en el pacto de rentas. Antes de conocer las nuevas propuestas que hizo ayer el Gobierno, Garamendi opinó que en el tema fiscal están “en campaña electoral”.
“Estamos en un Estado donde las autonomías tienen capacidad en una pequeña parte del plano fiscal. Es curioso que hablamos de una España diversa hasta que a un señor del gobierno no le gusta que alguien con su capacidad pueda hacer y en ese momento dice no, ahora vamos a armonizar. La palabra armonizar que se está utilizando no es armonizar, es centralizar”, comentó.
Igualmente acusó al Gobierno de impedir un pacto de rentas, porque “se está llamando pacto de rentas a algo que no es. El gobierno está tomando muchas decisiones” sobre cuestiones como pensiones, salario mínimo o aumento fiscal para las empresas que debería incluirse en un pacto de rentas, “no me vale hablar solo de la ANC” (la mesa donde se pactan los convenios), subrayó.
El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, admitió la incertidumbre, aunque también vio señales positivas, como la falta de inf lación de segunda ronda, la que se provoca cuando crece la inflación y los salarios al mismo nivel.
En el futuro próximo, Hernández de Cos advirtió de que nadie sabe el tipo de interés máximo al que se va a llegar en Europa, pero, “como previsión, no como compromiso”, facilitó la cifra de que con las simulaciones actuales estará entre el 2,25 y el 2,5%.
El presidente de Telefónica, José María Álvarez-pallete, expuso que la web 3.0 –el internet de tres dimensiones– “lo va a cambiar todo”, trayendo un mundo inmersivo, y “España está especialmente capacitada para aprovecharla”.
Álvarez-pallete se centró en los retos de la revolución tecnológica y sus consecuencias en un mundo con cada vez más desigualdad, “el mayor reto al que nos enfrentamos como sociedad”.
Los presidentes de Repsol y Naturgy, Antonio Brufau y Francisco Reynés, respectivamente, reclamaron “realismo” al fijar “objetivos alcanzables” en la descarbonización y “transparencia” para decir a los ciudadanos los costes que tendrá el proceso.
Otros directivos que intervenieron fueron José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España; José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Caixabank; y Gregorio Villalabeitia, de Kutxabank.