Biden asegura que ‘Ian’ puede ser el huracán más letal en la historia de Florida
● El presidente de Estados Unidos indica que es posible que se haya producido "una pérdida de vidas sustancial"
El presidente de EEUU, Joe Biden, afirmó ayer que el huracán “podría ser el más letal de la historia de Florida”, aunque no ofreció cifras de víctimas. No obstante, indicó que contaban con informaciones de que es posible que se haya producido “una perdida de vidas sustancial”.
Biden habló durante una visita a la oficina central de la Agencia Federal
de Gestión de Emergencias (FEMA, en inglés) para ponerse al día de los esfuerzos frente al huracán, que tocó tierra el miércoles y que ayer siguió avanzando a lo largo de Florida. El mandatario conversó por teléfono con el gobernador de ese estado, el republicano Ron Desantis, para ofrecerle “el máximo apoyo federal”.
Más tarde, en declaraciones a los periodistas, Biden reveló su intención de visitar Florida y Puerto
Rico, aunque no precisó una fecha, y apuntó que si Desantis, un crítico acérrimo del presidente, está disponible se reunirá con él.
Durante su discurso en FEMA, el mandatario subrayó que se desplegaron 1.000 miembros de esta agencia federal en Florida, adonde se enviaron millones de litros de agua, comidas y cientos de generadores.
Afirmó que el Gobierno federal cubrirá “el 100%” del coste que suponga limpiar todos los escombros dejados por el huracán a su paso, así como los esfuerzos de rescate para salvar vidas. Y asumirá la mayor parte del costo de reconstruir edificios públicos como escuelas y estaciones de bomberos.
A los particulares que hayan perdido sus casas o que tengan daños materiales en sus viviendas, Biden señaló que, si sus seguros no cubren todo, el Gobierno federal proporcionará asistencia individual, con 37.900 dólares para reparaciones en domicilios, y otros 37.900 si se perdieron bienes como vehículos.
El paso de por Florida dejó un sendero de destrucción, en especial en el suroeste y centro de este sureño estado, donde hay más de 2,5 millones de personas sin energía, miles continúan atrapadas en sus domicilios inundados de agua, algunas carreteras están intransitables y las autoridades hablan de dos posibles muertos.
“Nos aplastó”, confesó al programa de la cadena ABC el alguacil del condado Lee, Carmine Marceno, quien también adelantó que las muertes se contarán por “centenares”, una aseveración que luego fue matizada por Desantis, que se refirió a dos posibles decesos.
“Hemos tenido dos muertes no confirmadas, en el sentido de que no sabemos si están relacionadas con la tormenta. Nuestra suposición es que probablemente lo sean”, dijo el gobernador en una rueda de prensa ofrecida en Tallahassee, la capital del estado, donde señaló que todavía es prematuro dar un primer recuento oficial de víctimas mortales.
Una de esas posibles víctimas es un hombre de 72 años de la localidad de Deltona, al noreste de Orlando, quien pereció la madrugada de ayer tras caer a un canal mientras vaciaba su piscina en medio de la intensa lluvia, según informó la Policía del condado de Volusia, en el centro de Florida.
En el condado Lee, donde se asienta Fort Myers y la zona del impacto de Ian, las carreteras y los puentes siguen intransitables, manteniendo a miles de personas atrapadas en sus domicilios y, los que no perdieron la conexión, piden ayuda al número de emergencias 911, algunas de las cuales están siendo rescatadas con helicópteros.
“Todavía no podemos acceder a muchas de las personas que lo necesitan”, confesó Marceno.
La carretera elevada que conecta Fort Myers con la isla de Sanibel, hogar de más de 6.000 personas, quedó partida en dos y con varios tramos destrozados a causa del impacto de Ian, que se degradó a tormenta tropical pero todavía es capaz de hacer daño y producir inundaciones por la marejada ciclónica y las lluvias, incluso en Georgia, Carolina del Sur.
“Nunca habíamos visto marejadas ciclónicas de esta magnitud”, confesó el gobernador, quien dijo que las inundaciones registradas en zonas costeras por la subida de la marea corresponden a un evento “de cada 500 años”, y alertó de que el aumento de la marea podía continuar a lo largo de la jornada.
Entre las infraestructuras impactadas figura el aeropuerto de Sarasota, que ayer jueves permanecía cerrado y no estará operativo hasta la tarde de viernes o el sábado, después de que el viento y las intensas lluvias destrozaran un tejado en una de sus terminales.
Fort Myers sufrió una subida de la marea que sucede “una vez cada 500 años”