LA ECONOMÍA GLOBAL PIERDE ‘MOMENTUM’
L Aeconomía global continúa experimentando un deterioro más acelerado del proyectado a finales del primer semestre, en un contexto marcado no sólo por el agravamiento de la crisis energética y la incertidumbre sobre la evolución de la guerra en Ucrania tras las últimas decisiones del Gobierno ruso, sino también por el mayor endurecimiento de la política monetaria, la persistencia de la desaceleración de China
y la fuerte apreciación del dólar, entre otros factores.
Un entorno condicionado por elevados niveles de incertidumbre y volatilidad, en el que la invasión de Ucrania ha revertido las esperanzas económicas proyectadas en 2022 y ha acentuado las presiones inflacionistas previas, especialmente en el caso de las economías avanzadas hasta registros no observados desde la década de los 80. Todo ello en un contexto en el que más de 90 bancos centrales a nivel global han tenido que adoptar una política monetaria más restrictiva de la proyectada a comienzos de año, optando hasta el momento al menos 40 de ellos por subidas de tipos de interés iguales o superiores a 75 pb, con el objetivo de evitar el desanclaje de las expectativas de precios y que se produzca una espiral precios-salarios que derive en efectos de segunda ronda.
En este sentido, esta combinación de factores proyecta un mayor riesgo sobre el dinamismo de la economía mundial, que podrían verse aceleradas en caso de un mayor deterioro de la actividad en EEUU, Europa y China. Así, la OCDE ha mostrado una significativa rebaja de las expectativas de crecimiento del PIB global hasta un 2,2% anual en 2023, frente a un 2,8% previsto el pasado mes de junio.
El modelo económico alemán surgido tras la crisis del petróleo de los años 70 podría estar ante un punto de inflexión. El proceso de reconfiguración de la globalización, la disrupción de la cadena de valor global y la guerra de Ucrania son retos que afronta un sistema industrial que se ha apoyado en la importación de materias primas y bienes intermedios a bajo coste y en la exportación de productos con un alto valor añadido.
La última previsión de la OCDE, que estima una caída del 0,7% del PIB en 2023, ha resaltado la gran sensibilidad de la economía germana a los mercados energéticos y su dependencia de China. El alto coste del gas y la electricidad y la ralentización de la actividad económica global, y en particular de China (su principal socio comercial), han situado a Alemania como la única economía avanzada que se contraerá el próximo año.
Una proyección que confirma la pérdida de momentum de la economía mostrada en la última lectura del Indicador Ifo de Clima Empresarial, que ha retrocedido por cuarto mes consecutivo hasta su menor nivel desde mayo de 2020.
Analista de renta variable de Singular Bank
La compañía alemana de coches ha salido a bolsa el 29 de septiembre, subiendo en mitad de la gran caída del mercado y confirmando el apetito inversor por invertir directamente en el segmento premium de automoción. Ahora su estructura se divide en 50% de acciones ordinarias con derecho a voto y 50% de acciones preferentes. Volkswagen tendrá el 75% de las acciones con y sin derecho a voto. El 25% de las acciones ordinarias están en manos de las familias Porsche y Pierch, y el 25% de las acciones sin derecho a voto en inversores minoristas.
Ha salido al precio más alto del rango, 82,5, lo que supone valorar el 100% de la compañía en 75.000 millones de euros, frente al objetivo de hace meses de 85.000 millones. De esta manera, se ha situado entre las mayores salidas a bolsa de Europa en el siglo. Al precio de la OPI tiene un PER de 18x sobre los beneficios de 2021, frente a 39x de su comparable Ferrari. Este descuento es atractivo si consideramos el margen operativo de un 17% frente al 25% de Ferrari.