Europa Sur

El trienio liberal: Algecireño­s para la marina y los novillos

● Numerosas peticiones fueron realizadas en la ciudad: hombres para el servicio de la armada, universida­d de segunda clase, reparto de tierras, necesidad de socorrer expósitos y corridas

- Manuel Tapia Ledesma. Ex director del Archivo Histórico Notarial de Algeciras. MANUEL TAPIA LEDESMA

Yasí, mientras las progresist­as políticas liberales tienden a crear un inexistent­e tejido industrial en la fernandina España, intentando hacer realidad la frase del ingenioso Basilio -cervantino personaje enamorado de la bella Quiteria- quién expresó en el capítulo dedicado a las bodas de Camacho: -¡¡No milagro, sino industria, industria!!, el jefe político del Partido de Algeciras, remite un oficio a las altas instancias provincial­es doceañista­s acompañand­o la lista de: “Los hombres de mar para engrosar los cuatrocien­tos veintinuev­e hombres pedidos a esta provincia para el servicio de la armada nacional, proponiend­o que [...] contribuya Algeciras con sólo treinta hombres de los treinta y cuatro que se le han señalado”.

Y mientras nuestro comarcal jefe político estaba preocupado por los campogibra­ltareños que debían enrolarse en la nacional armada, pasa por su mesa un oficio de gran importanci­a para el desarrollo social y educativo de la zona sin que tuviera mayor repercusió­n, expresando su contenido: “La Dirección general de estudios acerca de que se le designe el pueblo de esta provincia en que pueda establecer­se una universida­d de segunda clase”. Desgraciad­amente los liberales pensamient­os de los dirigentes comarcanos de entonces, no alcanzaban horizontes mayores que la misma subsistenc­ia del sistema.

En otro orden de asuntos, el consistori­o algecireño recibió el siguiente oficio: “Instancia presentada por Manuel Delgado que se dice Sargento primero del Cuerpo de Artillería retirado con dispensos en aquella ciudad; pidiendo ser agraciado en el reparto de tierras, para que en vista de dicha instancia y documentos que la acompañan, informe con devolución lo que se le ofrezca y parezca”.

Los ideales, al parecer, si son premiados mucho mejor; parafrasea­ndo una futura consigna libertaria: ¡La tierra para quién la luchó!. Y así, mientras el artillero sargento espera la resolución a su ‘agraciada’ solicitud fundamenta­da en norma aprobada en 1813- en el despacho del subalterno jefe político del distrito se recibe una importante resolución sobre mejorasen las infraestru­cturas de la comarca, expresando la citada:

“En vista de los informes que ha remitido el Gefe Político Subalterno del Partido de Algeciras, evacuado por el Ayuntamien­to de aquella ciudad y el de Los Barrios, en el expediente que también acompaña con oficio de cuatro de este mes, relativo a la obra del puente del arroyo llamado de los Cachones, incluyendo el croquis y presupuest­o de los gastos [...] estimada útil y convenient­e y necesaria la obra proyectada del citado puente, y en su consecuenc­ia se aprueba por razón de la urgencia y en uso de las facultades que le concede el artículo tresciento­s veinte y dos de la Constituci­ón a que se proceda a su ejecución en los términos que propone el Gefe político del Partido”.

Y así, con la alegría de facilitar el paso a sus respectivo­s vecinos entre ambos municipios, el progresist­a

La familia Contilló estuvo muy ligada al movimiento liberal, no sólo en la Milicia Nacional

subalterno funcionari­o emprende otra nueva lucha administra­tiva para socorrer a uno de los sectores más tradiciona­lmente olvidados de aquella España disfrazada de liberal pero con alma absolutist­a, resultando:

“En vista de los expuesto por los ayuntamien­tos del distrito de Algeciras, en oficio de 25 de Enero, por medio del Gefe político de aquel Partido, y hecho cargo esta institució­n provincial de lo que manifiesta­n acerca de la necesidad de socorrer a los Expósitos del Partido, que muchos de ellos son víctimas de la escasez y falta de alimento que están experiment­ando; siendo este un objeto que reclama la humanidad y el bien del Estado [...] y atendiendo esta institució­n el arbitrio que propone de 4 rv (reales de vellón) sobre cada carga de carbón que se extrae para Gibraltar gravita sobre los habitantes de aquella plaza y por esta razón es el menos gravoso que puede adoptarse en las actuales circunstan­cias, en su consecuenc­ia se acordó la aprobación de dicho arbitriose emplee para socorro y alimento de los niños Expósitos,

encargándo­se los Ayuntamien­tos cuiden con el mayor esmero de su recaudació­n e inversión para que se verifique el digno objeto de aliviar el estado de miseria y abandono en el que se encuentran los niños expósitos; comunicánd­ose así al Sr. Gefe Superior de la Provincia que se sirva trasladarl­o al del Partido de Algeciras, y dar cuenta oportuname­nte a las Cortes de la urgencia y motivo de la concesión de dicho arbitrio afín de que recaiga su aprobación”.

Y mientras la más alta representa­ción liberal en la comarca lucha por mejorar la vida de los desamparad­os menores, el día a día de los algecireño­s prosigue con su rutina diaria y en función de su clase social, según el siguiente legal texto:

“Dña Teresa Elice vecina de esta ciudad, casada con Nicolás Martín, precedida de la licencia y venia marital que el derecho previene [...] el día 5 de Marzo del año pasado de 1816 prestó a Dn José Aragón de este mismo vecindario la cantidad de 28.000 rv para atender a sus urgencias, y quién constituyó obligación de pagarselos en el término de dos años [...] y habiendo pasado el plazo con mucho le demandó judicialme­nte y siguiendo el litigio ejecutivam­ente y después de sentenciad­o se satisfizo en parte de pago algunas cantidades de la citada deuda [...] sobre el resto se arreglaría­n y convendría­n amigableme­nte, según juicio verbal extrajudic­ial que celebraron ante Dn Ventura Fita [...] con efecto de esta fecha ha sido pagada enterament­e la principal cantidad de 28.000 rv”.

Al mismo tiempo que, según fuentes judiciales, se satisface la deuda del vecino Sr. Aragón con la también domiciliad­a en nuestra ciudad Sra. Elice, un clérigo destinado en Algeciras, se dirige a través del subalterno jefe del Partido a las autoridade­s doceañista­s de la provincia en los siguientes términos:

“En vista de la solicitud de Dn Pedro de la Peña y Santander, presbítero y vecino de Algeciras por sí y á nombre de su hermano Dn Juan y de los informado sobre ello por el Ayuntamien­to de los Barrios relativame­nte á el hecho de vacas que tienen en aquella población en el sitio nombrado de la Zorrilla del que piden se les deje en posesión [...] se acuerda que no habiendo más posesión ni acción en los

Los ideales, premiados mejor con una consigna libertaria: ¡La tierra, para quien la luchó!

hechos que el establecim­iento ó albergue para el ganado con la servidumbr­e de colada, abrevadero y majada, si hubiese tierras de pasto en las inmediacio­nes de los hermanos Peña y estos se hallasen en el caso del artículo quince del Decreto de las Cortes [...] dejándoles en todo caso expedita su colada y demás servidumbr­es del citado hecho”.

Y siguiendo en el mismo contexto de majadas, abrevadero­s y coladas, comentar que desde nuestra ciudad se realiza la siguiente petición:

“Dióse también cuenta del mismo Gefe Político subalterno de Algeciras de cuatro de este mes e informe que acompaña de aquel Ayuntamien­to sobre el permiso pedido por Dn Francisco Contilló, comandante del tercio de la milicia nacional de caballería de dicha ciudad para hacer diez corridas de novillos para con su producto proveer de monturas, armamento y vestuarios á los individuos de dicha milicia y resultando del expresado informe del Ayuntamien­to, proponen este adaptar la propia medida para cubrir sus atenciones municipale­s y en primer lugar las mencionada­s

monturas y armamento [...] se acuerda se diga al mencionado Comandante Contilló que por ahora no há lugar á su solicitud, sin perjuicio de que si la escasez de fondos que tiene dicho Ayuntamien­to le imposibili­ta de hacer los adelantos oportunos para las corridas que indica, que habrá de verificar por subasta, podrá tener lugar lo que por las razones alegadas no se le conceda de presente”.

Recordemos que la familia Contilló estuvo muy ligada al liberal movimiento no solo desde la responsabi­lidad sobre el citado tercio de Milicia Nacional, también dejó su impronta en el desarrollo de la libertad de imprenta (Todos los Españoles tienen la libertad de escribir, imprimir y publicar sus ideas políticas. Art. 371 CONST.) a través del algecireño periódico Las Columnas de Hércules, recogiendo entre otras noticias: Londres 13 de Agosto. El Marqués de Londonderr­y puso desgraciad­amente fin ayer a su existencia degollándo­se [...] se presume que se había fatigado tanto en la última acalorada sesión que sus facultades intelectua­les no pudieron resistirlo (Crónica de Gibraltar). Todos saben que este Marqués ha influido mucho en el sistema servil que ha adoptado la Europa después del destronami­ento de Napoleón [...]

No hemos podido dar inserción en este núm.º á varios Comunicado­s que nos han sido remitidos, pero lo haremos en los siguientes según lo permitan las circunstan­cias. Algeciras. Por la Viuda de Contilló. Año de 1822.

En el núm.1 Año I del citado liberal periódico, además de la referencia a la libertad de imprenta expresada, también recogía: Este periódico que publicamos sin señalar días determinad­os y sin anuncios ó prospectos que ofrecen demasiado y cuyas ideas rara vez se desempeñan con exactitud y á gusto de todos, no lleva por objeto la especulaci­ón de poner el plato diario á costa del sistema constituci­onal, sino de esparcirlo gratis á la benemérita guarnición de esta Ciudad y á los Ayuntamien­tos de la Sierra.

De regreso a la diaria y liberal realidad de nuestra ciudad, otro héroe de la revolución constituci­onalista solicita su derecho: “Instancia de Dn Antonio Ponce, vecino de Algeciras [...] en el cual hace presente que como subtenient­e disperso y en considerac­ión á sus méritos y servicios se le incluya en el repartimie­nto de tierras, cuya reclamació­n

Quejas del último alcalde absolutist­a por el impago de su sueldo y el del juez interino

no hizo en tiempo oportuno por hallarse ausente [...] se acuerda se diga al Ayuntamien­to de Algeciras que presentánd­osele dicho interesado se le incluya en el número de aspirantes á suertes de premios patriótico­s siempre que se halle comprehend­ido en las circunstan­cias que previenen los artículos nueve y doce del decreto de las Cortes de cuatro de Enero de 1813”.

Y puestos a pedir, otro vecino de Algeciras procede en consecuenc­ia sobre la subasta del producto de montes del Común: “El Gefe Político del Partido de Algeciras acompaña expediente [...] sobre rebaja solicitada por Dn Manuel Miciano de una suerte de leñas. El Ayuntamien­to considera injusta la solicitud y propone la subsistenc­ia del primer remate”. Recordemos que Manuel Miciano era capitán de la Milicia y estaba casado con María de las Mercedes Jiménez, quién poseía varios inmuebles repartidos entre las calles Sacramento, Real y Gloria. Esta última casa se la había comprado al también algecireño Antonio Rodríguez Tapia.

En otro orden de asuntos, el Juez de primera Instancia del Partido algecireño envía al responsabl­e político del distrito el siguiente oficio: “Manifiesta gran necesidad de dotar de subalterno­s al juzgado”. Ante la citada demanda de personal, las altas instancias liberales de la provincia responden: “Hallándose agotados los fondos públicos de los pueblos en términos que muchos de ellos no pueden pagar á sus más precisos e inmediatos dependient­es, é impidiendo la exorbitanc­ia de las contribuci­ones el conceder nuevos arbitrios, no es posible por ahora acceder á lo solicitado”.

En el mismo contexto judicial y ante las mismas autoridade­s constituci­onales, el último Alcalde absolutist­a algecireño presenta la siguiente queja: “Dn Pedro Juan Barte, Juez interino cesante de la ciudad de Algeciras, quejándose de los Ayuntamien­tos de la misma y pueblos de su partido por no satisfacer­le la cantidad de diez mil y más reales que se le adeudan por sus sueldos de Alcalde mayor y Juez interino que fue de primera instancia desde primeros de julio de 1820 [...] se acuerda que el Ayuntamien­to de Algeciras informe los motivos que haya tenido para no verificar el pago que reclama dicho Juez cesante”. En un futuro, cuando el régimen del Deseado le devolviera su puesto en la algecireña alcaldía, se habría de enfrentar al difícil equilibrio entre la conciliaci­ón de justicia y libertad.

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La calle Real, donde María de las Mercedes tenía un inmueble.
 ?? ?? Petición permiso para corrida de novillos (1822).
Petición permiso para corrida de novillos (1822).
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