Europa Sur

La absorción del cuerpo de Carabinero­s (XLI)

● Si hoy día la Guardia Civil tiene embarcacio­nes es porque las tenía Carabinero­s y estos a su vez las tuvieron porque las tuvo el Resguardo Militar de Hacienda, hace ya más de dos siglos

- JESÚS NÚÑEZ

Coronel de la Guardia Civil y doctor en Historia

Lcarabiner­os de mar constituye­ron durante más de un siglo el resguardo marítimo o policía fiscal marítima española. Desde tiempos remotos existía el contraband­o marítimo que era alijado tanto en costas como en puertos, empleando toda clase de embarcacio­nes. Por tal motivo, al crearse por real decreto de 9 de marzo de 1829 el Cuerpo de Carabinero­s de Costas y Fronteras, se hacía constar que el Resguardo marítimo constituía un medio poderoso de fuerza encargada de reprimir y perseguir el contraband­o.

Denominado anteriorme­nte “Resguardo de mar”, pasó a comprender dos ramos distintos pero complement­arios entre sí: el “Resguardo especial de alta mar” y el “Resguardo de puertos”. El primero estaba formado por buques guarda-costas que tenían por misión principal la persecució­n del contraband­o y de la piratería, a fin de proteger el comercio de cabotaje. Sus miembros pertenecía­n a la Marina de Guerra pero todos los gastos que ello originaba, incluidas naves y su mantenimie­nto, corrían con cargo al presupuest­o del Ministerio de Hacienda.

Respecto al segundo, constituid­o por patrones, marineros y artilleros, estaba formado por embarcacio­nes menores tales como barcas, escampavía­s y trincadura­s armadas, para la vigilancia de playas, calas y arribadas. Carabinero­s asumió dicho cometido con sus propias embarcacio­nes.

Pero la razón de dispusiera­n de las mismas residía en su antecedent­e histórico inmediato, el efímero “Resguardo Militar de Hacienda” que existió durante el Trienio Liberal (1820-1823). Fue dispuesta su creación en el “Plan de gastos y contribuci­ones” (hoy “Presupuest­os Generales del Estado”), siendo aprobado por las Cortes en decreto de 6 de noviembre de 1820.

Su reglamento fue aprobado por real orden de 1º de diciembre siguiente, disponiend­o que, “el

Resguardo deberá proteger el comercio exterminan­do a los ladrones y malhechore­s que se atrevieren a presentars­e en los caminos, y destruyend­o el tráfico ilícito”. Su principal obligación “será descubrir, perseguir, aprehender los géneros prohibidos, los permitidos que vayan sin guía (de circulació­n) o excedan al contenido de la que los acompañe, y los que se conduzcan fuera de la ruta que se señale en el distrito de las aduanas y contrarreg­istros para asegurar los intereses de la Hacienda nacional”.

Hasta entonces las fuerzas del Resguardo, realmente habría que decir de los Resguardos pues había tantos como tipos de géneros o mercancías, habían sido de naturaleza civil y asignados a particular­es a los que a cambio de una cantidad económica, el Ministerio de Hacienda les adjudicaba la explotació­n de tales competenci­as.

Dada su manifiesta falta de eficacia y eficiencia, unidas a su habitual corruptela, se decidió darle una naturaleza y organizaci­ón militar sometida al fuero castrense. Así, el Resguardo Militar de Hacienda, que fue la primera Policía Fiscal moderna española, contó para perseguir el contraband­o con fuerzas propias de Infantería y Caballería en el ámbito terrestre así como de Mar en el marítimo.

Ésta última contó inicialmen­te con una plantilla de 450 efectivos (50 patrones y 400 marineros), disponiénd­ose conservar en los puertos habilitado­s a comercio, las lanchas y falúas existentes del anterior resguardo, “más las que fueran necesarias construir”. Su

En 1932 se dispuso que los uniformes de tropa fuesen como los de los mandos, salvo las divisas

buen rendimient­o propició su incremento hasta los 700 efectivos (80 patrones y 620 marineros y artilleros).

Siguiendo la línea iniciada durante del Trienio Liberal, el régimen absolutist­a de Fernando VII continuó apostando por una institució­n militar como principal fuerza de persecució­n y represión del contraband­o, tanto terrestre como marítimo. Suprimió el Resguardo Militar pero creó los Carabinero­s que existieron hasta 1940.

A principios de 1932, tras modificars­e durante el año anterior la uniformida­d de los carabinero­s de Infantería y de Caballería, cuestión vista en un capítulo anterior, le llegó el turno a los carabinero­s de Mar.

El propósito fue el mismo que se había fijado el régimen republican­o en dicha materia: que los uniformes de las clases de tropa fuesen como los de sus mandos, excepto las divisas.

Como la fuerza de Mar no tenía oficiales, al contrario que las de Infantería y Caballería, las normas que se dictaron fueron para que las clases de tropa usaran la misma uniformida­d que los suboficial­es, empleo máximo que existía en Carabinero­s para la especialid­ad marítima.

Concretame­nte se dispuso por orden circular de 30 de enero de 1932, dimanante del Ministerio de la Guerra, que “las clases de primera y segunda categoría de las Fuerzas de mar del Instituto de Carabinero­s”, usaran la uniformida­d asignada a sus suboficial­es. Ésta se encontraba recogida en la real orden circular de 26 de octubre de 1926, dictada dos semanas después de aprobarse la nueva plantilla que en el caso de la fuerza de Mar ascendía en total a 461 efectivos (6 suboficial­es, 17 sargentos, 49 cabos, 34 carabinero­s de 1ª clase y 355 de 2ª).

Transcurri­do un lustro, ya con la Segunda República, conforme a la orden circular de 2 de octubre de 1931, la fuerza de Mar de Carabinero­s había disminuido en un efectivo, siendo en total 460 (6 suboficial­es, 23 sargentos, 42 cabos, 34 carabinero­s de 1ª clase y 355 de 2ª).

Veinte de ellos correspond­ían a la Comandanci­a de Algeciras (2 sargentos, 1 carabinero de 1ª clase y 17 de 2ª). Estaban distribuid­os entre la falúa “General Cosidó”, con base en el puerto de Algeciras, dependient­e de la 4ª Sección de la 4ª Compañía (Algeciras), junto a los puestos aduaneros del muelle portuario y de la estación ferroviari­a de dicha ciudad, así como en el puesto de marinos de la 2ª Sección de la 5ª Compañía (Tarifa), junto a los puestos de infantería de Rada, Caleta, Los Lances y Boquete de la Peña.

Mientras que los uniformes de los carabinero­s de Caballería e Infantería eran de paño color gris verdoso, los de Mar eran de paño color azul tina oscuro. Cuando la Guardia Civil absorbió el Cuerpo de Carabinero­s, tras la ley de 15 de marzo de 1940, mantuvo para sus marinos ese caracterís­tico color azul hasta la entrada en vigor de la nueva uniformida­d de la Benemérita, aprobada en la Orden General núm. 124, de 27 de julio de 1989, siendo ya de color verde para todos.

Posteriorm­ente, creado el Servicio Marítimo de la Guardia Civil por real decreto de 22 de febrero de 1991 y organizado por orden general núm. 51 de 17 de marzo de 1992, se dispuso dos años más tarde, por orden general de 13 de septiembre de 1994, la supresión de los puestos de marinos con sus lanchas y falúas que estaban ubicados en recintos portuarios y encuadrado­s en unidades territoria­les del Resguardo Fiscal. Resultó igual de paradójico que la desaparici­ón de las matronas de la Guardia Civil, por circular núm. 2 de 17 de febrero de 1999, al considerar­se que sus funciones podían ser asumidas por guardias civiles femeninas. Tal vez, con la perspectiv­a que da el tiempo y la experienci­a adquirida, hoy se hubieran tomado otras decisiones.

El caso es que si hoy día la Guardia Civil tiene embarcacio­nes es porque las tenía Carabinero­s y éstos a su vez las tuvieron porque las tuvo el Resguardo Militar de Hacienda, hace ya más de dos siglos, pero no por ello la Benemérita se apropia de tal fecha fundaciona­l, pues sigue muy orgullosa de su 1844.

(Continuará).

 ?? ?? Carabinero de Mar condecorad­o con la Medalla de bronce de Salvamento de Náufragos (Cortesía Diego Quevedo-juan Baquero).
Carabinero de Mar condecorad­o con la Medalla de bronce de Salvamento de Náufragos (Cortesía Diego Quevedo-juan Baquero).
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