El triunvirato

El primer y más famoso triunvirato romano fue el formado por Julio César, Pompeyo y Craso. A día de hoy, son otros los triunviros que han llegado al poder, esta vez de forma democrática; la mayoría del pueblo italiano ha decidido otorgarles su confianza. Meloni, Salvini y Berlusconi conforman el trípode sobre el que va a asentarse la política italiana. No hay duda de que este trío emulará a las legiones romanas defendiéndose y atacando en formación de tortuga para blindarse ante sus adversarios tanto connacionales como ante los “bárbaros” que acechan desde Bruselas para derribar al nuevo Imperio Romano. Este tipo de alianzas que comienzan unidas como una piña al estilo mosquetero de uno para todos y todos para uno comparten el mismo talón de Aquiles y es que a no mucho tardar la lucha cainita entre los egos actúa como un efecto disolvente y, cual termita, derriba la en teoría sólida entente. ¿Qué sucederá con este flamante triunvirato recibido con cautela, desconfianza y rechazo allende sus fronteras? Un ataque a cara de perro por parte de los burócratas de Bruselas puede resultar patético: los romanos oponiendo una defensa numantina, pócima incluida, en su asediada aldea frente a las legiones capitaneadas por la tudesca Von der Leyen. El respeto debe marcar las pautas a seguir: Bruselas no puede ni debe actuar como un rodillo pisoteando la soberanía italiana porque el resultado de las urnas no ha sido el deseado. Las élites que nos gobiernan confiadas desde sus alejados y confortables despachos deben recordar que cuando las barbas de tu vecino veas pelar... un triunvirato inesperado te puede desalojar y se palpa que en Europa se avecinan tiempos convulsos. Francisco Javier Sánez Martínez (correo electrónico).