“He abierto los ojos y me arrepiento todos los días”
La relación de Laura con sus progenitores se desmoronó cuando inició una relación tóxica
Laura es una de las cinco chicas que actualmente cumple una medida judicial en el Grupo Educativo de Convivencia El Carmen que tiene Ginso en el barrio de Ciudad Jardín. Como la mayoría de compañeras, fue alejada de sus padres por mal comportamiento y después de desmoronar por completo las relaciones familiares. La culpa de sus actitudes, de los insultos y menosprecio a sus progenitores, se podría asociar exclusivamente a su ex novio con el que inició una relación tóxica que hizo cambiar por completo sus hábitos y estilo de vida. Al principio, como suele ocurrir cuando el juez les impone medidas, culpó a sus padres de la situación. Pero su estancia forzosa en este centro le está permitiendo comprender la realidad: no hay más culpable que uno mismo. “He abierto los ojos aquí dentro, todos los días me arrepiento mucho de lo que hice y voy a cambiar”, afirma.
La situación era insostenible en su hogar. Los enfrentamientos iban a más y el comportamiento cada vez más irresponsable con insultos y fugas. Prácticamente no se hablaba con su familia. “No les tenía ningún respeto, es muy duro mirar atrás y ver lo mal que lo he hecho”. En su casa se perdió por completo la autoridad de los progenitores, fumaba desde los once años y aún siendo menor de edad entraba y salía sin querer dar explicaciones. Hasta que un día para escaparse con el novio ideó un plan fallido que acabaría cambiando su ruta para siempre: convenció a una vecina para que se hiciera pasar por una amiga con la que iba a pasar esa noche. Podría haber sido otra mentira más. Pero aquella fue la última. Había sobrepasado la línea roja, ese punto sin retorno que . “Mi madre me dijo hasta aquí hemos llegado”, no se le olvidará nunca.
Habían presentado denuncia en la Guardia Civil conscientes de que necesitaban ayuda. Dictaron una medida de 18 meses con la que ha empezado a darle un giro radical a su vida anterior. En mayo rompió con el novio por su mala influencia y se apartó de alguna que otra amiga. Es régimen abierto, pero la hora de salida acaba a las nueve de la noche. “Echo de menos salir de fiesta”. Pronto podrá recuperar las ‘marchas’ con las amigas, pero lo que ya empieza a recuperar es la relación familiar. “Ahora está en un buen momento, lo necesitaba”.