Aragonès busca seducir ahora a Jxcat para no darle la llave al PSC
● El presidente catalán presenta a su nuevo ‘Govern’ con guiños a su antiguo socio para que apruebe los Presupuestos
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, redobló la presión sobre Jxcat para que apoye “sus presupuestos”, elaborados en buena medida por el ex
de Economía Jaume Giró, y no haga necesario recurrir a los votos del PSC para aprobar las cuentas para el próximo año. Así lo expuso desde el Palau de la Generalitat, al término de la primera reunión del nuevo después de que los siete nuevos
que han ocupado las vacantes dejadas por Jxcat tomaran posesión del cargo.
Carles Campuzano (Derechos Sociales), Joaquim Nadal (Investigación y Universidades), Gemma Ubasart (Justicia, Derechos y Memoria), Manel Balcells (Salud), Natàlia Mas (Economía y Hacienda), Meritxell Serret (Acción Exterior) y Juli Fernández
(Territorio) asumieron sus cargos en un acto en el que Aragonès los emplazó a servir a “Cataluña entera”.
Posteriormente, celebraron su primera reunión de trabajo y, a continuación, Aragonès ofreció una rueda de prensa en la que hizio hincapié en la necesidad de que Jxcat apoye los presupuestos que ya dejó “muy avanzados” el exconseller Giró: “No se entendería que Junts se descartase de unos presupuestos hechos por Junts”.
La negociación de los presupuestos para 2023 se está convirtiendo en el primer frente de combate entre antiguos socios de coalición, cuya relación política no hace más que empeorar.
Para aprobarlos, Aragonès buscará el apoyo “prioritario” de las formaciones que apoyaron su investidura o las últimas cuentas: Jxcat, la CUP y Podem. Apeló a quienes hasta el pasado viernes eran sus socios, Jxcat, teniendo en cuenta que Giró y su equipo dejaron un proyecto presupuestario “muy avanzado”.
Sólo habrá que introducir “algún pequeño retoque” que consideren oportuno los nuevos
y que según Aragonès no debería ser un problema para contar con el aval de Jxcat, que
debe “asumir sus responsabilidades” y que, pese a haber abandonado el “sería muy incomprensible que abandonase a la ciudadanía”.
Debido a la remodelación del
obligada por la salida de Junts, ya no será posible, según admitió, presentar la semana que viene el proyecto presupuestario en el por lo que las cuentas no podrán entrar en vigor el primer día de 2023.
Aragonès, que comparecerá en el el próximo miércoles para dar cuenta de los cambios en el replicó además a los dirigentes de Jxcat que cuestionan su continuidad: “Mi Gobierno tiene toda la legitimidad”.
La apelación fue contestada por el líder de Jxcat en el
Albert Batet, que advirtió de que su partido no negociará los presupuestos hasta que Aragonès se someta a una cuestión de confianza. “Es una irresponsabilidad gobernar con el Ejecutivo más débil de la historia de Cataluña”, indicó Batet, que alertó de que el nuevo “no tiene la confianza del
Vista la oposición frontal que piensa plantear Jxcat, Aragonès evitó cerrar completamente la puerta a los votos del PSC.
A cada pregunta sobre si descartaba buscar el apoyo socialista, el respondió con un mismo argumento: “La prioridad es aprobarlos con los grupos que dieron apoyo a la investidura y a los anteriores presupuestos. A partir de aquí, seguiremos trabajando”.
Ajenos a los rifirrafes entre ERC y Jxcat, los socialistas siguen tendiendo la mano para acordar con el los presupuestos. La portavoz del Psc-units en el
Alícia Romero, desvinculó la posible aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de las cuentas catalanas.
Jxcat replica que no negociará las cuentas sin que haya cuestión de confianza a Aragonès