Pacto “histórico” entre el Líbano e Israel para fijar su frontera marítima
● El acuerdo resuelve una larga disputa sobre la demarcación de unas aguas ricas en gas
Israel y el Líbano, dos países técnicamente en guerra, alcanzaron ayer un acuerdo “histórico” sobre su frontera marítima, lo que resuelve una disputa de larga data sobre la demarcación de esas aguas ricas en gas en el Mediterráneo, tras meses de negociaciones.
“Este es un logro histórico que fortalecerá la seguridad de Israel, inyectará miles de millones en la economía israelí y garantizará la estabilidad de nuestra frontera norte”, confirmó el primer ministro israelí, Yair Lapid, quien aseguró que el borrador “cumple todos los principios económicos y de seguridad establecidos por Israel”.
El acuerdo, mediado por EEUU, busca poner fin a una disputa sobre unos 860 kilómetros cuadrados del Mediterráneo, que cubre los yacimientos de gas de Karish y Qana, de forma que Israel pasaría a explotar el primero y El Líbano el segundo, según se filtró en algunos medios especializados.
El mediador, Amos Hochstein, ya ofreció la semana pasada una propuesta final que, contó con el beneplácito de ambas partes, pero el Líbano solicitó unos cambios que Israel consideró inadmisibles y las negociaciones estuvieron a punto de descarrilar.
Para salvar las negociaciones, hubo un “intenso diálogo” entre los dos equipos negociadores a través de Hochstein hasta llegar a un borrador aceptado por ambas partes, confirmaron fuentes israelíes.
Lapid indicó que ha convocado para hoy a su Gabinete de Seguridad, seguido de una reunión especial del Gobierno, para dar el visto bueno definitivo al borrador, aunque hace unos días ya les presentó los “fundamentos” de lo que sería una propuesta aceptable para Israel y su rechazo a los cambios solicitados por el Líbano.
A la espera de que Beirut confirme formalmente que acepta el acuerdo, el presidente libanés, Michel Aoun, consideró “satisfactorio” el final que le fue presentado, ya que “preserva los derechos del Líbano a su riqueza natural” cuando el país sufre una de las peores crisis de su historia y carece de fuentes energéticas para proporcionar electricidad a la población.
“La versión final de esta oferta es satisfactoria para el Líbano porque cumple con las demandas libanesas que fueron el centro de un largo debate en los últimos meses, y requirieron esfuerzo y muchas horas de negociaciones difíciles y complejas”, anunciaron.
Aunque no han trascendido los detalles, Beirut habría rechazado la propuesta de la semana pasada porque no reconocía su exigencia de establecer la linde en la Línea 29 –una frontera temporal a la que Israel se retiró en 2000–, mientras Jerusalén aspiraba a establecerla mucho más al norte.
Estos países no mantienen relaciones diplomáticas y están técnicamente en guerra desde 2006, tampoco han llegado nunca a un acuerdo sobre su frontera terrestre y se mantiene la de alto el fuego impuesta por la ONU.
La ausencia de una delimitación marítima no había causado diferencias hasta hace una década, cuando se descubrió la riqueza en yacimientos de gas en esas aguas.