Londres y Edimburgo disputan quién puede convocar otro referéndum en Escocia
Los abogados del Gobierno escocés, Dorothy Bain, y británico, James Eadie, discreparon ayer en el Tribunal Supremo británico sobre si el Parlamento de Edimburgo tiene competencias para convocar un referéndum meramente “consultivo” sobre la independencia en Escocia.
Bain fue la primera en presentar sus argumentos en la audiencia que concluye hoy su exposición. El SNP, mayoritario en Escocia y parte interesada en este caso, remitió su posición por escrito.
Al comienzo de la sesión, el presidente del Supremo, Robert Reed, advirtió de que la Corte puede tardar “meses” en emitir su fallo, pues, aparte de las vistas de ayer y hoy, ha de estudiar más de 8.000 páginas de documentos.
El Supremo debe decidir, recordó, si acepta la petición de Bain de analizar la constitucionalidad del proyecto, auspiciado por Edimburgo, antes de que haya sido tramitado por el Parlamento.
Bain explicó que considera “de interés público” recibir la opinión de la máxima instancia judicial antes de aprobar o rechazar ella el texto legislativo, el cual regularía las condiciones para celebrar un referéndum consultivo de independencia en Escocia en un años.
Eadie sostuvo que el Supremo “no tiene jurisdicción” para admitir la excepcional demanda de escudriñar una ley aún no aprobada y señaló que se trata de un escenario “abstracto” y “especulativo”.
Si el Supremo concluye que puede aceptar la petición, debe responder si el Parlamento escocés tiene potestad para organizar el referéndum o si eso sería un “asunto reservado” a Londres.