Una comisión revela 400 casos de abusos en la Iglesia portuguesa
La investigación identifica a cientos de abusadores y se muestra convencida de que los delitos se encubrieron
Más de 424 menores abusados, cientos de abusadores identificados –decenas en activo– y la convicción de que la Iglesia encubrió estos delitos son algunas de las conclusiones de la Comisión Independiente (CI) que investiga los abusos sexuales en la Iglesia lusa.
En la recta final de su actividad, que concluirá con la entrega de un informe el 31 de enero, la CI admitió ayer que los 424 testimonios confirmados se refieren a un mínimo de víctimas, pero que la cifra real es “muchísimo mayor”.
Los casos investigados por la CI, impulsada por la Conferencia Episcopal, se limitan a menores de 17 años y los abusos se produjeron en todo el país y con víctimas de todos los grupos sociales. El grueso de los delitos ha prescrito, aunque la CI ha enviado a la Fiscalía 17 casos susceptibles de procesos judiciales y estudia otros 30.
El coordinador de la Comisión, el pedopsiquiatra Pedro Strecht, subrayó la “valentía” de las víctimas para romper el silencio. “Son personas con voz y nombre. No son un número indistinto” y la avalancha de información recibida por la CI confirma que “no estaban tan solos como suponían”, dijo. Los abusadores trabajan en el seno de la Iglesia Católica lusa –hay religiosos y laicos–, y cometieron sus delitos entre 1950 y 2022. La mayoría no ha muerto, decenas están en activo y, aunque la CI rechaza dar datos, advierte que se repiten padrones de que “deben ser evitados”.
“Hubo encubrimiento de la Iglesia, está claro. Pero también de las familias”, sostuvo el psiquiatra Daniel Sampaio. Pese al encubrimiento, la CI aprecia un cambio de actitud de los obispos.
La Comisión terminará el 31 de octubre de recopilar testimonios para su investigación y confía en que la luz arrojada sobre el pasado permita un cambio .