Marcha, queremos marcha
Joaquín Sánchez lo intentó anoche con la música y Rosario Flores en su formato de éxito en A-3
Tras los 3 millones de espectadores del miércoles pasado, Joaquin el novato regresaba esta semana, en noche festiva, a Antena 3, y aunque los datos vayan a ser inferiores (estaba plataformado por Miguel Ángel Revilla en El
Hormiguero: Los Morancos eran los atinados invitados la semana pasada), el programa de entrevistas conducido por el capitán del Betis va a seguir rayando a altura. Sin desbaratar sorpresas para los que no lo vieron, la segunda entrega fue más divertida, con más golpes que en la cocina de Dabiz Muñoz (el chef es más formal que la cantante), pero a su vez guarda menos giros que sorprendan al seguidor del programa.
¿Está Joaquín a sus anchas? Por supuesto, aún más. Este segundo programa se grabó en las playas de Barbate y en la casa de la hija menor de Lola Flores. Como sucediera con Dabiz, también presentó a su equipo de confianza, los instrumentistas que la acompañan en su giras. Rosario detalló a su entrevistador todo lo que obliga un plan de conciertos, los gastos de técnicos, montajes, hoteles que son necesarios para distintas actuaciones. Si es fuera de España, en un calendario más intensivo. Y en días consecutivos hay que tener un portento físico para aguantar la tralla. El portuense se va a pensar lo de ser cantante, visto el despliegue que obliga la profesión.
Con Te lo digo todo y no te digo
ná, un éxito de Rosario, Joaquín soñó con alzarse el Grammy, pero en el estudio de grabación, con Antonio Carmona, lo va a intentar con un éxito de siempre de Rosario (de Rosario Ríos, como quiso que fuera conocida el primer representante). El de El Puerto va a destapar toda su inspiración flamenca. Seguidor de Camarón, de El Capullo de Jerez, aunque con un pelín menos de voz, va a arrancarse con unas bulerías chistosas. Vocación tiene.
Le gastaron alguna novatada (ponerlo a cantar boca abajo) y en la entrevista con las mejores vistas que se puede contemplar hoy en la tele, Rosario evocó a sus padres, a su hermano Antonio, y a uno de sus primeros amores, el fallecido actor Quique San Francisco. De lo que más contenta está la intérprete de Mi gato es la protección de intimidad que ha tenido sobre sus hijas que ahora pueden disfrutar de una vida normal sin ser reconocidas por los curiosos o los fotógrafos.
En comparación con lo que se estila en el prime time actual, Proamagna ha ido a lo seguro y efectivo con buen resultado en sus dos primeras entregas. El novato va a tener buena nota de audiencia en la prueba de mantener el listón en su segundo programa.