Emiratos Árabes Unidos, un paraíso para ocultar dinero
¿Por qué los Emiratos Árabes Unidos y ciudades como la lujosa (y estrambótica) Dubai se han convertido en el lugar de residencia de personas de todo el mundo con problemas con la justicia y, sobre todo, con muchísimo dinero? En primer lugar porque sus autoridades tienen pocos escrúpulos a la hora de aceptar la entrada en el país de divisas de origen sospechoso por parte de esos visitantes y, en segundo lugar, por las dificultades existentes a la hora de conseguir la extradición de un delincuente a un tercer país. La clave está en que la legislación de Emiratos impide que una persona sea expatriada sin antes rendir cuentas por posibles delitos cometidos en su territorio. Según las fuentes manejadas por Europa Sur, el procedimiento que suelen emplear los delincuentes a su llegada a Emiratos es firmar un cheque sin fondos (tipificado como delito) a nombre de un cómplice, el cual tan solo reclamará su cobro y denunciará lo ocurrido en caso de que el firmante del cheque sea objeto de una petición de extradición. Dado que la repatriación debe realizarse en el plazo de 60 días y solo se puede solicitar por un hecho una sola vez, la petición caduca sin que se lleve a efecto porque tiene prioridad resolver el supuesto delito del cheque sin fondos. Pasado los 60 días de rigor, el denunciante afirma haber cobrado el dinero del cheque y retira la denuncia. Caso cerrado.
El Brexit jugó en favor de presunto narcotraficante. Con Reino Unido fuera de la UE y al contrario de lo que sucede entre los países miembros con la repatriación de personas con causas pendientes con la justicia –con procedimientos muy ágiles– el plazo para enviar a casa a Male desde Portugal puede prolongarse hasta 150 días.
Es ese el periodo que han aprovechado Álvarez-ossorio y su colega portugués Vitor Parente para mover ficha, presentar una secuencia de recursos y elevar en nombre de su cliente una petición de –por el que toda persona detenida tiene derecho a exigir que se detallen las causas de su arresto– que deberá resolver ahora el más alto tribunal de Portugal. Desde el pasado 6 de octubre, Male cumple con su obligación de dejar constancia de su presencia en Portugal. Y así, como poco, hasta que se decida sobre su extradición a Reino Unido.