El renacer de la ‘MAREA AZUL’
● Los profesionales de las Urgencias Extrahospitalarias retoman las movilizaciones para exigir la equidad laboral con el 061, con el que comparten “funciones, pero no condiciones”
“Las Atención Primaria y las Urgencias y Emergencias Extrahospitalarias están enfermas y las van a dejar morir”. Quien dice esta frase es Ana Pagador, una médica del Servicio de Urgencias y Emergencias Extrahospitalarias del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en el Distrito Sanitario Sevilla y que ayer formó parte de la marea azul que, por tercera vez este año, se ha concentrado a las puertas de los servicios centrales del SAS, “hartos de ser ignorados”.
Los profesionales de las urgencias de Atención Primaria son médicos, enfermeros y técnicos en emergencias sanitarias que actúan en accidentes de carreteras, van a domicilio por un infarto, una bronquitis o el Covid, que cubren la asistencia en los horarios en que los centros de salud permanecen cerrados o que intervienen en catástrofes. Dicen que están “hartos” de discriminación. Reclaman igualdad en formación, recursos y retribuciones con respecto a sus compañeros del 061. Ayer se plantaron ante las puertas del SAS en la Avenida de la Constitución para expresar su malestar y exigir que se valore su trabajo.
Forman los llamados Dispositivos de Apoyo y Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), los antiguos DCCU, que visten el uniforme azul. Suman unos 10.000 trabajadores en toda Andalucía y aseguran estar sufriendo una “invisibilidad premeditada” respecto al personal del 061. “No vamos en contra de ellos, pero hacemos las mismas funciones, las mismas urgencias, y estamos por todos los rincones de Andalucía. Creemos que no es justo que a ellos los traten tan bien y a nosotros tan mal, sólo pedimos que nos igualen en las condiciones laborales para poder ofrecer mejor calidad y asistencia a los pacientes y es lo que seguiremos pidiendo hasta que nos escuchen por el bien de los ciudadanos y por el bien de los profesionales”, destacó Pagador durante la protesta.
La protesta fue secundada por una amplia representación de profesionales de este servicio de todas las provincias andaluzas a pesar de que un día antes el SAS anunció la convocatoria de la mesa técnica de urgencia para el próximo 7 de noviembre en la que abordará sus reivindicaciones. “La gente no quiere dejar de participar y hacer valer
El colectivo secundó la protesta pese al compromiso del SAS de convocar la mesa técnica
sus derechos. Lo que queremos es que no vendan más humos y no pongan más parches. Llevan mucho tiempo retrasando esta mesa porque saben que esto es una patata caliente que les va a explotar en cualquier momento. No pararemos hasta que nos sintamos escuchados”, añade la sanitaria sevillana, que también es vocal de este servicio en el Sindicato Médico de Sevilla.
Entre el grupo de manifestantes, megáfono en mano estaba Teresa Almagro, que llegó de Cádiz, provincia desde la que se desplazaron ayer a Sevilla cerca de 70 compañeros. Recuerda que sus protestas comenzaron el pasado mes de febrero y que, tras un compromiso obtenido el 16 de mayo, “en plena campaña electoral” –matiza la sanitaria–, éste ha quedado “en el olvido”, por lo que se ven “obligados” a retomar las movilizaciones. “Lo que querían realmente era quitarnos de la calle en campaña y cuando se vieron con la mayoría absoluta nos han vuelto a decir a todo que no de nuevo. Se han convocado mesas sectoriales generales y técnicas sobre distintos temas y la única que no se ha convocado es la nuestra. Después de diferentes manifestaciones y hasta 17 escritos
que hemos enviado a la Administración, nos obvian. Lo que queremos es diálogo”, añadía.
Con todo, Almagro destacó que, por ello, a su lema reivindicativo clásico del mismas funciones, mismas condiciones, “ahora se añade,
además, el no podéis ignorarnos
siempre”, afirmó. Y ese es el grito que más se escuchó ayer durante buena parte de la mañana en una de las principales arterias del centro de la ciudad donde el colectivo se mantuvo inmóvil a las puertas del SAS.
Muy cerca de ella, sujetando una pancarta, estaba Rosa Romero, que pertenece a este dispositivo en Dos Hermanas. “Nuestra reivindicación es la igualdad”, precisó al ser preguntada por el objetivo de esta protesta. Entre las reivindicaciones del colectivo incluye, además de las retributivas, la formación y los recursos. “No podemos seguir siendo los dispositivos de apoyo porque tenemos muy claras cuales son nuestras funciones y el SAS hace con nosotros lo que quiere”, afirmó. “Queremos formación, condiciones, dotación... igual que tienen otros compañeros y nunca se nos ha escuchado. Se nos han hecho promesas, pero en ningún momento han dado un paso adelante”, destacó, al tiempo que recordaba que ellos son los que atienden “el 90%” de las urgencias que se producen en Andalucía.
Detrás de otra de las pancartas reivindicativas se encontraba Juan Benjumeda, delegado del Sindicato Médico de Cádiz. Para él, la convocatoria de la mesa técnica de urgencia anunciada el miércoles por el SAS, “no es más que una convocatoria más para un problema que viene de largo”. “Vamos a pensar que es de buena fe para solucionar el problema, pero de momento realidades no hay”, agregó.
El facultativo añadía que, pese a que realizan las mismas funciones y son complementarios en el trabajo, “hay ventajas del 061”. “Que sean profesionales de la misma categoría, que hagan lo mismo y que tengan condiciones laborales muy diferentes hace que se sientan muy discriminados y ninguneados. Están muy desesperados”, sentenció.