Montero salva el primer obstáculo para aprobar las cuentas de 2023
● El Congreso rechaza los siete vetos a los PGE, que seguirán el trámite parlamentario
El Congreso rechazó los siete vetos presentados por los grupos de la oposición al proyecto de ley del presupuesto general del estado de 2023, por lo que las cuentas públicas podrán continuar ahora con su tramitación parlamentaria. Las enmiendas a la totalidad habían sido presentadas por PP, Vox, Ciudadanos, Jxcat, Foro Asturias, la CUP y los diputados expulsados de UPN, y fueron rechazadas con 186 votos en contra, frente a los 159 a favor y las 3 abstenciones.
En esta segunda jornada del debate de totalidad del proyecto de ley de presupuestos han intervenido los socios tradicionales del Gobierno (ERC, PNV y EH Bildu), que rechazaron los vetos, pero advirtieron al Gobierno de que deberán seguir negociando para conseguir su apoyo definitivo a las cuentas, algo fundamental para que éstas prosperen.
A todos ellos, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, les mostró la disposición del Gobierno para profundizar en aquellas cuestiones que consideran fundamentales y ha dicho que espera alcanzar “puntos de encuentro” durante una negociación en la que –reconoció– van a tener que “sudar la camiseta”.
El diputado de ERC Joan Margall comenzó su intervención diciendo que éstos no son sus presupuestos porque “perpetúan un modelo de Estado” que “más que servir a la ciudadanía, se sirve de ella para mantener los privilegios de los de siempre”. Señaló que tenían razones “fundamentales” para votar a favor de alguno de los vetos, pero su grupo ha preferido “apostar por la responsabilidad” y “ser útiles a la gente”.
Por su parte, la diputada del PNV Idoia Sagastizábal explicó que la decisión de su grupo de votar no a los vetos es un “punto de partida” para la negociación, que afrontan con “ánimo constructivo y de búsqueda de acuerdos”, aunque avisó de que “falta un trecho” para acordar unos presupuestos que “tienen margen de mejora”.
En este mismo sentido se pronunció el diputado Oskar Matute, quien pidió al Gobierno un diálogo “sincero” y “firme”, así como la puesta en marcha de medidas sociales “que mejoren la vida de la gente” para acordar las cuentas públicas del próximo año. Defendió un modelo que “rompa amarras con el capitalismo neoliberal”, ese que “amenaza con llevarse nuestros derechos, libertades y la dignidad de nuestras vidas”.
Durante la defensa del proyecto presupuestario, Montero puso en valor las políticas de este Gobierno “para proteger a la clase media y trabajadora”, y lamentó que lo han tenido que hacer “con una oposición que nunca ha arrimado el hombro, una oposición caducada con unas recetas fallidas que nadie aplica ya”.
Remarcó que seguirán trabajando “contra viento y marea” con el objetivo de que “todos y no solo unos pocos tengamos más y mejores oportunidades” y defendiendo “el progreso y el bienestar de la ciudadanía, la competitividad de las empresas, el futuro de los jóvenes y las pensiones de los mayores”.
Desde el grupo parlamentario de Podemos respaldaron unas cuentas que tienen la vocación de proteger a “todas las familias en su diversidad y especialmente a aquellas que necesitan más protección”, insistió Sofía Fernández Castañón. A su juicio, los Presupuestos son “un contrato social nuevo en el que todos los derechos estén garantizados en este nuevo contexto que vivimos”.