El exceso de peso provoca uno de cada cinco cánceres
● El tipo de alimentación, aparte del consumo de tabaco y alcohol, es el principal factor de las patologías
que lo hacían las generaciones de seres humanos anteriores. Comían menos carne, ingerían más verduras y frutas, menos grasas saturadas y más aceite de oliva.
El alcohol, sostiene Pollán, debería ser el primer producto en tachar de la lista o al menos habría que limitar su consumo. El consumo de alcohol se relaciona con todos los tumores del tracto digestivo, incluido el hígado, y con el cáncer de mama. Hay evidencias de que las mujeres que siguen una dieta de tipo mediterráneo tienen menos riesgo de sufrir cáncer de mama.
Dice la investigadora que ella no se atreve a pedirle a nadie que elimine ningún alimento, pero al menos sí que reduzca el consumo de productos ultraprocesados y procesados y aquellos que tienen grasas saturadas. “La carne procesada, por ejemplo, ya sabemos que aumenta el riesgo del cáncer de colon”, dice.
La ingesta de productos ultraprocesados y de grasas saturadas aumentan los riesgos
¿Y qué alimentos son esos ultraprocesados y con grasas saturadas? Ejemplos son las hamburguesas, las salchichas y los embutidos, incluido el jamón. “El jamón está menos procesado porque lo único que se hace es salarlo y conservarlo, pero no tenemos suficiente evidencia como para quitarlo de la lista”. El mensaje es que se limite el consumo de embutidos y sobre todo que se coma más verdura y más fruta.
Pollán cree que si la sociedad estuviera bien informada demandaría de manera natural productos más sanos, por eso cree que a las cadenas alimentarias se les debe pedir el esfuerzo de informar bien sobre cómo afecta a la salud los productos que venden. Por eso destaca la investigadora el sistema de etiquetado de Nutriscore, que permite comparar productos similares en términos nutricionales, y considera que habría que regular mejor qué tipo de alimentos pueden anunciarse y cuáles no.