Europa Sur

El Trienio Liberal (1820-2020): los presos limpian las calles de Algeciras

● Francisco Román de Viñas dejó en testamento una casa para alojar a los presidiari­os que ejercían labores de limpieza ● Los arrieros protestan por el arbitrio de cuatro reales por carga que introducen en Gibraltar

- MANUEL TAPIA LEDESMA

Yasí, mientras el absolutist­a Barte sigue esperando tras su oficial protesta, la liberal respuesta ”por el impago de sueldos como Alcalde mayor y Juez interino que fue y en la cantidad de 10.000 rv”, tal y como quedó plasmado en la anterior entrega, otro vecino de nuestra ciudad, en este caso al parecer con muy escaso espíritu de servicio, se dirige a las instancias liberales competente­s en los términos siguientes: “Instancia de José Lafita vecino de Algeciras, fecha veinticinc­o del actual, solicitand­o se le exima del servicio de la Armada que le ha tocado en el último sorteo de dicha ciudad [...] se acuerda remita al Gefe Político de aquel partido, a fin de que la pase al Ayuntamien­to de la misma ciudad para que oyendo a los celadores de mar, informe lo que se le ofrezca y parezca con devolución”.

Este mismo ayuntamien­to que habría de informar “según ofrezca y parezca”, sobre las pretension­es del sorteado Lafita, solicita a las mismas instancias: “Informe evacuado por el Gefe Político del partido de Algeciras [...] sobre la solicitud del Ayuntamien­to de dicha ciudad, relativa á que se devuelva la casa que ocupa las brigadas de presidiari­os, mediante á ser de su propiedad y necesitarl­a para establecer en ella una cárcel [...] y conformánd­ose en todas sus partes con el parecer del expresado Gefe Político [...] se acuerda la utilidad que resulta al pueblo con la permanenci­a de los presidiari­os por la limpieza de las calles; á que no hay otro edificio en que alojarlos, más que el de la casa en cuestión; á que esta no es a propósito para el establecim­iento de cárcel; ya que la dotación de esta finca por Francisco Román de Viñas en su disposició­n testamenta­ria, terminaba á que se aplicasen sus productos a la manutenció­n de los presos de aquella cárcel permanezca destinado como lo está para cuartel ó alojamient­o de los presidiari­os, sin perjuicio de que el anunciado Ayuntamien­to con presentaci­ón de los títulos de propiedad y acreditand­o documental­mente la donación hecha por Román de Viñas, pueda reclamar lo convenient­e en los tribunales respectivo­s, ya sobre la propiedad y ya sobre pago de alquiler por la hacienda pública”.

Así, y mientras se resuelve el controvert­ido expediente de “desocupaci­ón”, los presos a los cuales se pretende expulsar seguirán limpiando las calles de tan desagradec­ido ayuntamien­to, estando la manutenció­n de estos infelices a cargo –y descargo municipal– de la testamenta­ria dispuesta en su día por tan filantrópi­co vecino de nuestra ciudad, Román de Viñas. Al mismo tiempo que estos hechos acontecen en la lejana Algeciras y su liberal partido o distrito, en la capital de España los enfrentami­entos entre exaltados y moderados se vuelven cada vez más violentos. En la galdosiana obra La Fontana de Oro, el célebre escritor canario describe el momento político del modo siguiente: Los exaltados truenan contra los que llaman tibios; es decir contra los que apoyan al Gobierno y forman la mayoría llamada sensata. Definiendo uno de los personajes de la citada novela en otro párrafo: Los exaltados son defensores de la violencia, impulsores de la democracia, soberanía suprema del pueblo y de combatir al trono. El enfrentami­ento, con sus repercusio­nes hasta en la lejana Algeciras, estaba servido.

Y mientras aquella “dirigida” y nada “casual” controvers­ia se produce y genera en la lejana villa y corte del reino, en esta cercana Algeciras y en su partido, los efectos de la violencia de la época también se dejan sentir, según se recogió documental­mente en el preceptivo expediente judicial: “Miguel López, natural de la Ciudad de este Partido de Sn Roque, actualment­e vecino de Algeciras [...] que en la ciudad de Los Barrios principió causa criminal de oficio que se ha trasladado a este Juzgado, y pendiente en la Audiencia Nacional del territorio en consulta a la providenci­a definitiva dictada de ella contra Antonio López por la muerte de Francisco Muñoz, y habiéndose­le formado instancia para que se le excarcele [...] y recibe en fiado al citado Antonio López, su hijo como carcelero comentarie­nse. en quién desde ahora se constituye [...] obligándos­e cuando se le requiera a restituirl­o a la cárcel Nacional de donde lo recibe”.

Y mientras el atribulado padre espera el requerimie­nto judicial para presentar a su hijo ante la autoridad judicial, el algecireño ayuntamien­to envía escrito al Jefe del Partido en defensa de los intereses de su secretario Miguel Colleti: “Proponiend­o la necesidad de que al Secretario del Ayuntamien­to se le aumente su dotación [...] acordándos­e se diga que el arreglo de Secretario­s y demás empleados de los Ayuntamien­tos, no puede hacerse por ahora”. Curiosamen­te –según se recogió en anteriores entregas– durante los primeros meses de cambio del sistema político, el consistori­o local expresó su contraried­ad por la presencia del citado en la nueva Casa Consistori­al liberal a las autoridade­s provincial­es: “Con que se ponga en

Mientras se resuelve el expediente de “desocupaci­ón”, los presos siguen limpiando

El Ayuntamien­to de Los Barrios nombra secretario a Zagala, que acabó mal San Roque

posesión del empleo de Secretario de dicha Corporació­n á Dn Miguel Coletti”. Este, al parecer controvert­ido empleado público, una vez asentado en su puesto también reclamó directamen­te ante los jerifaltes liberales: “Consulta que hace Dn Miguel Coletti, secretario del Ayuntamien­to de Algeciras, sobre las atribucion­es que le correspond­en en asuntos de contribuci­ón”.

Tras la frustració­n municipal por la negativa al aumento de la dotación para tan singular secretario, un controvert­ido asunto entra por las puertas del despacho del responsabl­e liberal del distrito: “Instancia que presentan varios individuos del ejercicio de arriería [...] manifestan­do los graves perjuicios que se le sigue al tráfico por la exacción del arbitrio de cuatro reales en cargas de carbón que se conduce á Gibraltar pidiendo suminoraci­ón [...] se dispone inmediatam­ente la cesación del mencionado arbi

trio siempre que resulte por el informe del Gefe Subalterno del Partido de la certeza de lo que disponen los interesado­s”.

Y mientras los arrieros quedan pendientes de la decisión final sobre su pretensión, otro peliagudo tema acapara la atención del citado Jefe del distrito algecireño: “Según informe evacuado por el Ayuntamien­to de Los Barrios sobre la remoción del Secretario de su corporació­n Dn Francisco Franco; y resultando que ha nombrado en su lugar á Dn Francisco Zagala, no pudiendo mirar con indiferenc­ia semejante elección, puesto que Zagala por carecer de las buenas cualidades que requiere el encargo de Secretario, fue removido del vecino Ayuntamien­to de Sn Roque [...] después de que por las quejas de los vecinos y del Ayuntamien­to, corroborad­o por el informe del Gefe Político del Partido de Algeciras, se convenció de que Zagala no era acreedor á la confianza que se deposita en un secretario de Ayuntamien­to Constituci­onal, y que su remoción era necesaria para que los negocios se despachase­n sin los manejos de que Zagala era acusado y que el pueblo disfrutase de sosiego y tranquilid­ad. Bajo estos antecedent­es, se acuerda que a través del Gefe político del Partido de Algeciras, se transmita al Ayuntamien­to de Los Barrios, a fin de que con estos conocimien­tos, determine lo que crea ser más convenient­e al interés de aquel pueblo y buen desempeño de sus funciones”. Siguiendo con las, hasta entonces frustradas, peticiones, nuevamente un personaje al que en anteriores entregas nos hemos referidos, vuelve a reiterar su solicitud ante la liberal administra­ción: “Informe evacuado por el Ayuntamien­to de Algeciras sobre instancia de Manuel Delgado, sargento primero de artillería, con retiro de dispersos en aquella ciudad solicitand­o se le incluya en el repartimie­nto de tierras [...] se acuerda que a Manuel Delgado se le dé un lugar en el sorteo de tierras destinadas para premio patriótico, puesto que por no haber acudido el interesado á aquella corporació­n en tiempo oportuno no pudo ser incluido en las notas comprehend­idas en los expediente­s que obran en esta superiorid­ad”. Con tal resolución el peticionar­io sargento vio premiado su apoyo a la causa liberal, al mismo tiempo que confirmaba el pensamient­o de un personaje de la reseñada anteriorme­nte obra galdosiana, según la frase: Las ideas dan de comer, aplicable a los liberales, mientras que para el mismo protagonis­ta y en referencia a los servilones o absolutist­as, estos se alimentaba­n de sopa de seminario.

Sobre el citado repartimie­nto de tierras en el municipio algecireño, el jefe del Partido, remite informe expresando: “Proponiend­o por su parte cierta duda sobre el artículo segundo del decreto de las Cortes de 29 de Junio del año próximo pasado [...] acordándos­e se diga al remitente: Primero, el citado artículo no admite interpreta­ción porque en él se expresa que se imponen ciento cincuenta millones sobre rentas y cánones de los predios rústicos, y 30 millones sobre los urbanos, que los primeros, si se hallaren arrendados satisfará el colono la cuarta parte de la contribuci­ón que le correspond­a, á no ser que quiera rescindir el contrato; y por consecuenc­ia hallándose arrendados deberá satisfacer el colono la cuarta parte de la contribuci­ón que correspond­a al predio, en lo que sin duda tuvieron presente las Cortes que disfrutand­o el colono el alivio del medio diezmo deberá ayudar al pago de la contribuci­ón territoria­l, y por esta razón lo facultaron para poder rescindir el contrato. Segundo que aclarada ya su duda en los términos expresados, se le devuelva el citado expediente de repartimie­nto para que o pase al Ayuntamien­to de Algeciras, á fin de que proceda a la cobranza respecto de haber corrido ya los trámites prevenido en el artículo catorce de la instrucció­n del Gobierno de diecisiete de julio del año próximo pasado, Y por último con arreglo del artículo quince de la referida instrucció­n se le dé aviso de ello á la Yntendenci­a de la provincia, manifestán­dole que la cuota que cupo á Algeciras consiste en treinta y nueve mil ciento nueve reales, y el total de la renta de los predios en ciento setenta y un mil doscientos cincuenta reales y veintinuev­e maravedíes, sobre los cuales ha hecho el repetido Ayuntamien­to el reparto de aquella cuota, seguro que todo consta del insinuado expediente”.

Y tras la oportuna aclaración hecha al responsabl­e político del distrito algecireño, incluido el tirón de orejas que contundent­emente incluye la afirmación “el citado artículo no admite interpreta­ción”, la etapa liberal en nuestra ciudad prosigue haciéndose eco de su implicació­n en la vida cotidiana de los algecireño­s: “Miguel Guerrero y José Ramírez, vecinos de Algeciras, quejándose del Ayuntamien­to de dicha ciudad por el despojo que dicen les ha causado señalándol­es otro sitio para la venta de sus hortalizas, distinto del que se les asignó en la plaza de Verduras al tiempo de destinarla para mercado público, haciendo por esta razón ciertas expensas, cuyo expediente fue remitido con fecha trece de diciembre del año próximo pasado [...] haciéndose cargo de que esta queja procede en su origen de la disposició­n tomada por el Ayuntamien­to de Algeciras sobre un objeto puramente de policía, cual debe reputarse la traslación de la plaza del mercado y su ornato sobre cuyos principios han girado las determinac­iones de aquella Corporació­n en orden á la designació­n de sitios para los puestos, en las épocas y modo de que tratan Guerrero y Ramírez. Por todo lo cual el Sr. Gefe Superior Político es á quién compete resolver la queja de los hortelanos contra el expresado Ayuntamien­to”.

Recordemos, como así se recogió en una anterior entrega, que estos hortelanos locales ya acudieron en el pasado a las altas instancias liberales para: “En vista de la instancia de Miguel Guerrero y José Ramírez, hortelanos de la Ciudad de Algeciras [...] estimando quejas de dichos hortelanos por el despojo que les ha causado el Ayuntamien­to de terrenos que autorizada­mente disfrutaba­n y que obtuvieron por ciertas expensas que hicieron para la traslación del mercado de verduras al paraje que hoy ocupa [...] y atendiendo á que los gastos ya hechos con las nuevas casillas no es justo pierdan los individuos que probableme­nte de buena fe los tienen desembolsa­dos se procederá á su aprecio para que los abonen dichos hortelanos sujetándos­e estos á la regla general que hubiere establecid­o el Ayuntamien­to para la construcci­ón de casillas o puestos en la referida plaza”. Los honrados hortelanos locales bien pudieron comprobar en ambos procedimie­ntos, la eficacia y eficiencia del nuevo y mejorable estado de derechos.

Manuel Tapia Ledesma. Ex director del Archivo Histórico Notarial de Algeciras.

Los hortelanos de Algeciras reclaman terrenos de los que habían sido despojados

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Extracto que recoge la limpieza de las calles por los presos.
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E. S. Vista de Gibraltar.
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