“No ofrecemos más vida, sino más calidad de vida, porque no somos dioses”
● El doctor Oneto ya ha llevado a cabo en la clínica de San Rafael de Cádiz varias intervenciones pioneras ● El centro sanitario gaditano proyecta una ampliación de los quirófanos de cardiología
–En sus más de 40 años como cardiólogo habrá conocido muchas instalaciones y centros sanitarios. ¿Qué nivel tienen las que el Grupo Pascual dedica a su especialidad?
–Son de las mejores porque disponemos de métodos diagnósticos y terapéuticos que no existen en otras clínicas. De hecho contamos con ecografías, pruebas de esfuerzo, ecos transesofágicas y tenemos hemodinámica, que obviamente no lo hay en el resto de los hospitales, que es donde se llevan a cabo todo tipo de cateterismos cardíacos, implantes de dispositivos, etcétera.
–¿Hay mucho que hacer aún para ser, aún, mejores?
–Por supuesto. De hecho, hace un par de semanas se aprobó, por fin, la ampliación de los quirófanos de San Rafael. Aumentará también la cartera de servicios y se va a empezar a hacer electrofisiología.
–¿ Electro fisiología …?
–Sí. Es el estudio de la electricidad intracardíaca. Dentro del corazón. Con eso se puede quitar determinadas arritmias cardíacas. Se provocan ablaciones, que son microquemaduras en el corazón para romper el paso de esa electricidad por ahí en pacientes que tienen arritmias.
–¿Qué tipo de pacientes requiere este servicio?
–Son pacientes que tienen taquiarritmias. La bradiarritmia es tener el pulso lento y se soluciona con marcapasos. Las taquiarritmias las sufren pacientes que pueden estar con arritmias hasta de 180, 220... y eso hay que tratarlo.
–¿Esalgoinnovador?
–En los hospitales públicos se está haciendo, pero en los privados en muy pocos. De hecho, en los hospitales de Pascual son de los pocos lugares donde se pueden llevar a cabo este tipo de intervenciones cardíacas.
–¿Requiere para ello unas instalaciones especiales?
–Aprovecharemos la futura ampliación para de meter ahí otras maquinarias nuevas que se necesitan para llevar a cabo estas técnicas.
–¿En qué consiste esa ampliación delosquirófanos?
–Vamos a hacer un quirófano el doble de grande, o incluso más, que el que tenemos en la actualidad. Significará una importante readaptación de los espacios para las nuevas necesidades que requieren las nuevas tecnologías
El corazón no es precisamente un órgano que se pueda dejar en manos de cualquiera”
y este nuevo tipo de intervenciones.
–Nadie deja su corazón en manos decualquiera,¿no?
–Es así. Los pacientes cuando llegan a mi consulta ya saben perfectamente quién soy. Buscan referencias. El corazón no es un órganos que se pueda dejar en manos de cualquiera.
–¿Cuál es el estado de salud del corazón de los gaditanos?
–La incidencia de cardiopatías en general son muchas. Hay mucha cardiopatía isquémica. Por fortuna, los pacientes, a día de hoy, se cuidan mucho más, tienen una expectativa de vida mucho mayor, precisamente gracias a esos cuidados. Se controla mucho la hipertensión, el colesterol y la diabetes, que son factores a los que antes no se les daba la importancia debida. Todo eso hacía que un paciente con 70 años fuera un anciano y moría de cardiopatías sin las debidas revisiones ni visitas al médico. Eso ahora no pasa.
–En Cádiz se vive bien. El gaditano es feliz a pesar de las penalidades. ¿Eso in fluye también en la salud de nuestros corazones?
–Sí, pero no se sabe realmente hasta dónde influyen estos factores externos.
–¿ Y desde el punto de vista gastronómico?
–Ufff. Hay mucha comida rápida y eso redunda obviamente en unos niveles preocupantes de colesterol.
–Hablemos de su equipo de colaboradores más directos…
–Cuento con el cardiólogo Miguel Alba, con Lara Shorbaji, que, además, es mi esposa; Francisco Medina, Juani Pérez y Conchi Díaz, que está aquí conmigo en las consultas. Ese es mi equipo fijo, lo que no quita que si en circunstancias concretas requiero más personal, cuento con ello. Aparte tengo también mi equipo de quirófano.
–Usted me habla del problema de la juventud y la comida basura, pero, a la vez, es raro el joven que no va al gimnasio a día de hoy. ¿Esos hábitos se están administrando de maneraadecuada?
–El ejercicio físico es, por supuesto, bueno, pero hay que llevarlo a cabo con cabeza. Uno no puede pretender empezar con una media maratón con sólo dos meses de entrenamiento y preparación. Es un ejemplo de las muchas barbaridades que se están haciendo cada día y que, además, se exponen en las redes sociales. No es raro encontrarnos de vez en cuando con alguno de estos corredores, que no deportistas, en Urgencias por cualquier problema coronario.
–La población deCádizy, sobretodo, la del casco histórico de la ciudad, está envejeciendo a pasos agigantados. Eso lo notará mucho en susconsultas,¿no?
–Cuando yo empecé con esto de la cardiología, si tú tenías 70 años, ya ni se te operaba. Se consideraba que te quedaban un par de años de vida o tres. A día de hoy intervenimos a pacientes con ochenta y tantos años que están perfectos, con una calidad de vida tremenda. Y sobre todo porque le ofrecemos no más vida, porque no somos dioses, pero sí más calidad de vida.
–Eso suena bien. No ofrece vida sino calidad de vida…
–Tú tienes un paciente con más de 80 años con un estrechamiento de la válvula aórtica, y, por su culpa, no puede andar ni 50 metros sin pararse, con ese cuadro puede venir y con una válvula el paciente casi renace. De hecho tengo un paciente con 94 años que se va cada dos meses con los amigos a un balneario… Es una satisfacción ver personas que reaccionan de esa manera ante los tratamiento se intervenciones.
Uno no puede pretender correr una media maratón con sólo dos meses de entrenamiento”
La quiebra de un banco americano en 2008 provocó que a David Schneider –como a tantos y tantos gaditanos, andaluces o españoles– le vinieran mal dadas en 2011. “Ahí se jodió todo”, marca el padre de familia en su calendario vital. De estar durante 18 años “montando andamios y trabajando de albañil” pasó a la intemperie de pequeños contratos temporales interrumpidos con temporadas en el paro. De hecho, desde el pasado domingo engrosa de nuevo la lista del desempleo en la ciudad tras finalizar un mes de desempeño como barrendero. “Desde 2013 llevo con contratos basura y sobreviviendo con ayudas sociales pero, afortunadamente, desde que pudimos acceder a una vivienda de Alquiler Justo, mi familia puede vivir en una casa y el arrendatario puede estar seguro de que recibe su mensualidad”, respira.
Y es que Schneider, padre de tres hijos (20, 16 y 5 años), no puede comprender cómo “a veces parece que se están contando cosas sobre este programa que no es así”. “En Alquiler Justo –programa municipal que lleva a cabo Procasa– el propietario de la vivienda puede estar muy tranquilo porque es Procasa directamente quien le paga durante el año y ya se olvidan. Y ya es nosotros, los inquilinos los que le pagamos a Procasa nuestra parte. Ellos siempre van a cobrar el alquiler, es lo que quiero decir”, se explica el beneficiario de esta medida que actualmente vive en una casa donde habitan “cinco personas en unas buenas condiciones gracias a Agustín Rubiales que es el dueño de la vivienda que está metida en el programa de Alquiler Justo”, agradece.
“Por toda la mala situación económica por la que estábamos pasando desde la crisis, nos desahuciaron de la casa en la que vivíamos y tuvimos la posibilidad de realojarnos en esta casa de Rubiales durante 6 meses. Entonces fue cuando Procasa y el propietario alcanzaron este acuerdo de incluir la vivienda en el programa de Alquiler Justo y yo, por el baremo de mis ingresos, pago 53,50 euros, porque es que otra cosa no podemos pagar con la ayuda del paro o con lo que gano cuando me hacen esos pe
queños contratos”, explica el inquilino que no puede más que agradecer “esta alternativa” que ofrece Alquiler Justo que permite “que una familia como la mía ni esté en la calle, ni en condiciones indignas”.
Una salida, beneficiosa para inquilinos y arrendadores que se puso en marcha de 2017 pero que, ojo, no hay que confundir con las distintas ayudas al alquiler de Servicios Sociales que, aunque también están permitiendo el derecho a la vivienda a muchas familias, unas 2.000, tienen condiciones diferentes que el Alquiler Justo.
Veamos las diferencias. Procasa gestiona el registro de demandantes de Vivienda Protegida (actualmente compuesto por unas 4.000 familias). Las viviendas públicas que se hacen, o las que van quedando libres, se otorgan en orden a la puntuación del registro, pero para las personas o familias que no están en esos primeros puestos, pero tienen dificultades de pago, lo habitual es solicitar una ayuda al alquiler que se enmarca dentro de las prestaciones básicas del Plan Concertado de Servicios Sociales.
En estos casos, lo que existe es un contrato privado entre la persona arrendadora y la inquilina que es quien recibe la ayuda de los Servicios Sociales para una parte del alquiler comprometiéndose a pagar el resto para conservar la ayuda. Con todo, y con la intención de asegurar el destino correcto de la ayuda y ofrecer una mayor agilidad, se intenta que el endosatario (la persona que cobra la ayuda) sea el arrendador, aunque en todos los casos la ayuda va a nombre del inquilino que es quien tiene que cumplir todos los requisitos legales para recibirla. Así, realmente, el Ayuntamiento no tiene obligación legal con el propietario.
Sin embargo, y aquí reside la principal diferencia entre ambos sistemas de ayuda, el programa Alquiler Justo sí se dirige directamente a las personas propietarias. Y aunque el contrato de alquiler se firma entre las partes, arrendador e inquilino, se hace también con la firma de Procasa que se obliga a pagar la cuantía íntegra del alquiler mes a mes durante la duración completa del contrato. La persona usuaria pagaría luego la parte que corresponda según sus ingresos a Procasa pero, de darse morosidad, no afectaría a la propiedad.