Memoria del hombre sin color
Una edición conmemorativa de la autobiografía de Charles Mingus celebra el centenario de su nacimiento
Charles Mingus es una de las leyendas del jazz de los cincuenta y sesenta y el contrabajista más influyente en la historia del género. Su música puede ser considerada como uno de los pilares fundamentales del jazz contemporáneo –tanto en su percepción pública como en su construcción sonora. Su desarrollo como músico conoció diferentes etapas, pasó por el jazz tradicional junto a las bandas de Louis Armstrong y Kid Ory, siguió los pasos de la revolución bop en los años cincuenta y llevó su música hacia el jazz experimental en los años sesenta y setenta. Su discografía es enormemente rica y variada, Pithecanthropus Erectus (1956), Tijuana Moods (1957),
Mingus Ah Um (1959) o Blues and Roots (1960), son algunos de sus títulos más memorables junto a su colaboración en el álbum Money Jungle
(1962) de Duke Ellington en formación de trío con Max Roach a la batería. También participó en el mítico concierto en el Massey Hall de Toronto de 1953, junto a Charlie Parker, Dizzy Gillespie, Bud Powell y Max Roach y recogido en el álbum Jazz At Massey
Hall grabado en directo durante el concierto. Menos que un perro. El mundo que compuse, es su autobiografía y acaba de ser publicada en España por la editorial Libros del Kultrum, en una edición conmemorativa del centenario de su nacimiento. Esta nueva edición cuenta con tres añadidos que no se encuentran en la primera edición en castellano de la editorial Mondadori (2003): Carta abierta a Miles Davis
(1955), el artículo ¿Qué es un compositor de jazz? escrito para acompañar su álbum Let my children hear
music (1971) y las dos entregas de las audiciones a ciegas, Blindfold Test, de 1960 para la revista Downbeat, realizadas a propuesta del crítico Leonard Feather.
Mingus nació el 22 de abril de 1922 en Nogales, Arizona, y murió el 5 de enero de 1979 en Cuernavaca, México. Su madre, era hija de inglés y china de Hong Kong, su abuelo paterno era afroamericano del sur de los Estados Unidos y su abuela sueca. Entre sus antepasados también aparecen alemanes y nativos americanos. “Soy Charles Mingus, escribiría. Hombre medio negro, medio amarillo, ni siquiera amarillo, ni lo suficientemente blanco como para dejar de pasar por negro ni lo bastante claro para que me llamen blanco. Yo me declaro negro. Soy Charles Mingus, para mí, no tengo color. Soy Charles Mingus, un músico de jazz famoso pero no lo suficientemente famoso como para ganarme la vida en Estados Unidos, mi hogar. Ni siquiera puedo mantener a mi familia honestamente, de la fama que gano por ser un músico negro. Soy un ser humano nacido en territorio indio, conquistado por pieles blancas, o pieles invisibles, pieles transparentes, gentes que mataron y robaron para heredar la tierra para ellos y sus hijos. Charles Mingus es un músico, un músico mestizo que toca con belleza, que toca con fealdad, que toca con amor, que toca masculinamente, que toca femeninamente, que toca música, que toca todos los sonidos, fuertes, suaves, sonidos inauditos, sonidos, sonidos, sonidos…”.
Su autobiografía son unas memorias divertidas y conmovedoras que combinan lirismo y una potente crudeza que a veces no dejan de ser chocantes. A lo largo de sus páginas rememora su infancia y adolescencia en Watts, el suburbio negro de Los Ángeles, durante los años veinte y treinta; sus estudios de música clásica (trombón, chelo, piano y composición); su iniciación y aprendizaje en el jazz y en el mundo marginal de chulos, prostitutas y maleantes de California durante la década de 1940; sus años en Nueva York en compañía de figuras legendarias del jazz como Duke Ellington, Lionel Hampton, Fats Navarro, Art Tatum, Billie Holiday, Charlie Parker, Dizzy Guillespie o Miles Davis y “un análisis torturado de sí mismo, que transmite toda la acritud del hombre y de la época que le tocó vivir”, escribe Richard Williams en la introducción del libro.
El libro decepcionará a quién espere encontrar una biografía al uso y conocer los pormenores y contexto de la música de su autor. El jazz da forma al libro pero no es su contenido. Mingus escribe sobre el Mingus hombre y fantasea sobre su persona y su vida en el relato, a veces inverosímil, pero siempre emocionante y vital. Escrito en tercera persona, Mingus habla de sí mismo como si fuera otra persona a la que ha acompañado durante toda su vida, –“mi chico”, escribe al referirse a sí mismo en la narración, lo que le facilita tomar distancia y contar su historia desde fuera de sí mismo, convirtiéndose en otro. Aunque siempre está presente su condición de afronorteamericano, el libro describe y critica el ambiente racista en el que vivió. “… Tu eres negro. Nunca llegarás a nada en la música clásica por bueno que seas. Si quieres tocar tienes que tocar un instrumento negro. No puedes darle al chelo, ¡así que tendrás que aprender a darle a ese contrabajo, Charlie!”.
Se ha escrito que Mingus trabajó en su autobiografía durante más de dos décadas y que la versión original contaba con más de 1.500 páginas que el primer editor redujo a las 384 del libro publicado, una versión más comercializable donde Mingus aparece más próximo a un personaje egomaníaco que a uno de los compositores más importante e influyente de la historia del jazz. Parece que enfermo y arruinado, aceptó que se publicaran sus memorias. En sus últimos años sufrió ELA, esclerosis lateral amiotrófica, una enfermedad degenerativa muscular que en pocos meses empezó a deteriorar su técnica instrumental y terminó por no dejarle tocar el contrabajo.
Lo que nos encontramos en las memorias de Charles Mingus es otra obra de Charles Mingus, un mundo creado junto a su música, un documento autoreflexivo lleno de lirismo y crudeza, plagado de fantasías, poco veraz y algo tragicómico. Para quién esté interesado en conocer al músico Charles Mingus, es recomendable que busque en otra parte. Por ejemplo, en la reciente biografía escrita por Krin Gabbard, Better Git It in Your Soul: An Interpretive Biography of Charles
Mingus (2016). Para quién quiera entrar en una novela escrita y protagonizada por Charles Mingus, este libro no le decepcionara, es más, le encantará.
Menos que un perro. El mundo que compuse. Charle Mingus. Libros del Kultrum. 384 páginas. 22,80 euros.
Dos facetas Su autobiografía son unas memorias divertidas y conmovedoras