Parálisis en el gobierno de los jueces
EL cuarto desacuerdo entre el Gobierno y el PP ha dejado al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en una situación insostenible y de parálisis, hay una veintena de plazas sin cubrir en el Supremo y otras 30 en los tribunales superiores. Para presionar al PP a un acuerdo, el Gobierno logró reformar en 2020 en el Congreso la ley orgánica para impedir que el Consejo realizase nombramientos al encontrarse sus miembros con los mandatos caducados. El Gobierno intentó rebajar la mayoría necesaria para nombrar a los vocales, pero tuvo que dar marcha atrás ante las advertencias de Bruselas. La reciente dimisión del presidente del Poder Judicial, Carlos Lesmes, había sido resuelta con un doble relevo (este cargo conlleva el del puesto más alto en la jerarquía del Supremo), que sólo es interino. Hay serias dudas de que esto pueda valer para un año, que es lo que queda de la actual legislatura. El asunto se complica más si se tiene en cuenta que también se deben renovar cuatro vocales del Tribunal Constitucional, cuyos nombramientos corresponden al Gobierno y al órgano de gobierno de los jueces. El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, ya habían cerrado los
Hay una veintena de plazas sin cubrir en el Supremo y otras 30 en los tribunales superiores, y la solución dada a la dimisión de Carlos Lesmes es interina
nombres de los nuevos vocales del Consejo, cuando los populares rectificaron por su oposición a que el Congreso reforme las penas del delito de sedición. Como hemos subrayado en otras ocasiones, entendemos que tal rebaja es un indulto encubierto para aquellos líderes independentistas catalanes que se fugaron de la Justicia española. Es más, aunque lo nieguen, Gobierno y ERC lo están utilizando como moneda de cambio para facilitar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado. Pero la modificación, reforma o aprobación de las leyes corresponde al Congreso, al legislativo, no es un asunto relacionado con el Consejo General del Poder Judicial. Aunque sea casi una ilusión, es necesario que se retomen las negociaciones. Bruselas también lo cree.