EEUU decide en las urnas la pervivencia “del sueño americano”
● Demócratas y Republicanos cierran una campaña electoral de medio mandato marcada por el devenir de la economía en el país
Demócratas y republicanos estadounidenses cerraron ayer una campaña electoral marcada por el devenir de la economía y con un principio fundacional en juego: la democracia, según los progresistas, o el sueño americano, en opinión de los conservadores.
Uno y otro partido dicen estar optimistas, aunque las encuestas sobre las legislativas de hoy inclinan la balanza cada vez más en favor de los republicanos. Según la media ponderada de sondeos efectuada por la web Fivethirtyeight, tienen un 54% de posibilidades de hacerse con el Senado y un 82% de ganar la Cámara de Representantes.
Los demócratas ostentan la mayoría en ambas cámaras y aunque hay zonas que concentran la atención por el ajustado margen de las previsiones, como Pensilvania o Arizona, las dos formaciones comentan que su estrategia en estos comicios no ha descuidado ninguno de los 50 estados del país.
“Nuestras políticas le interesan a cada votante. Se trata de sentido común. Todo ciudadano quiere vivir en una comunidad segura, que su hijo reciba una buena educación, tener independencia energética y que se usen nuestros recursos en lugar de los de Venezuela o Arabia Saudí”, dice la líder del Partido Republicano, Ronna Mcdaniel.
Asumió la presidencia de esa institución en 2017 y advierte de que, más que el control del Congreso, cuando se renueve la Cámara Baja y un tercio del Senado en las urnas se decidirá la pervivencia del “sueño americano”.
“Los estadounidenses están perdiendo sus ahorros y sus negocios y los niños sufren un retraso histórico en el colegio. Los demócratas están intentando asustar a la gente porque no la pueden mirar a los ojos y decir: Mirad lo que hemos hecho para mejorar el país en los últimos dos años”, sostiene.
El bando contrario argumenta en efecto que la democracia peligra si los conservadores se alzan con el poder legislativo y su mayoría saca adelante propuestas como la de imponer un veto al aborto a nivel federal.
“Estamos viendo algo inédito. En lugar de añadir derechos a lo que ya tenemos, se están retirando. EEUU no es así. Hemos visto eso por parte de dictadores en otras naciones. Y es algo por lo que debemos preocuparnos mucho”, apunta el presidente del Partido Demócrata, Jaime Harrison.
La estrategia progresista ha invertido unos 73 millones de dólares en este ciclo electoral. En las elecciones de medio mandato de 2018 gastó 30 millones.
“Hemos hecho algunas inversiones históricas. El 6 de enero de 2021 los republicanos casi tomaron el país con la insurrección. Sabíamos que debíamos hacer todo lo posible”, agrega el líder de la formación demócrata, evidenciando que la Administración de Biden y su movimiento en su conjunto han removido “cielo y tierra” para aportar alivio a la población.
Su mensaje se ha asentado en los logros legislativos en estos dos años de mandato, con la aprobación entre otras de la Ley para la Reducción de la Inflación, que en septiembre bajó por tercer mes consecutivo hasta el 8,2%.
“Los demócratas pueden ir sobre el terreno y defender lo que están haciendo para los estadounidenses. La única baza de los republicanos para conseguir votos ha sido el miedo y mentir a la gente”, añade el líder progresista.
Las acusaciones son cruzadas y la polarización del país evidente. Pero los estadounidenses, según Mcdaniel, quieren un cambio. “La mayoría lo está pasando mal ahora mismo”, recalca.
Las encuestas sobre los comicios se inclinan cada vez más en favor de los republicanos