Un muy duro castigo
● El Sevilla sufrió las expulsiones de Rakitic y Nianzou ante una Real que acabó llevándose los tres puntos
La Real Sociedad ganó a un combativo Sevilla y vuelve a zona europea antes del parón por el Mundial tras un partido condicionado por las expulsiones con roja directa, en solo 6 minutos, de Rakitic (28’) y de Nianzou (34’), lo que hizo que los sevillistas jugaran una hora con nueve.
Ambos conjuntos salieron con intensidad y con la idea de presionar arriba, pero el cuadro vasco, necesitado de disipar dudas tras tres partidos sin ganar en Liga, exhibió más claridad en sus llegadas, pese a sufrir a los 10 minutos el contratiempo de la lesión del exsevillista Carlos Fernández, sustituido por el japonés Take Kubo. Los donostiarras, que ya avisaron antes del ecuador de la primera mitad con sendos tiros de Mikel Merino y Kubo que paró Bono –el último anulado por fuera de juego–, dominó el medio campo y, con un fútbol de toque y desmarques, esperó el mejor momento para encontrar espacios libres en ataque.
Así, tras un buen pase en profundidad de Merino, Sorloth adelantó a la Real a los 20 minutos con un gran gol, al elevar con un sutil remate el balón por encima de Bono, aunque cinco minutos después el Sevilla estuvo cerca de empatar en una internada de Isco, pero su disparo lo despejó con un paradón Remiro. A partir de ahí, todo se desequilibró con las expulsiones. Primero vio la roja Rakitic, en el 28, por un pisotón a Brais Méndez, después de un aviso del VAR y de la anulación de la amarilla inicialmente mostrada. Sólo seis minutos más tarde, en el 34, Nianzou también fue expulsado por una plancha sobre el extremo gallego, de nuevo tras ver el árbitro la acción en la pantalla a pie de campo.
Este mazazo lo pagó caro el Sevilla. Dos minutos después de quedarse con nueve, encajó el 02 en un rápido ataque realista que culminó Brais Méndez, muy activo, al marcar con un tiro cruzado desde la derecha. No obstante, los sevillistas no se rindieron y, en un arreón de orgullo, acortaron distancias con un gran gol de cabeza de Rafa Mir a centro de Telles un minuto antes de los 8 de tiempo añadido que hubo antes del descanso.
En la reanudación, con el juego y todas las expectativas de los sevillistas totalmente condicionados por su franca inferioridad numérica. Sampaoli intentó reordenar a su equipo con la entrada del central Kike Salas y Jordán para presentar un dibujo de 5-3; e Imanol sacó a Zubeldia y Guevara, por Zubimendi –que se lesionó– y Merino, para tratar de abrir el campo y desgastar al rival. Al Sevilla, como dictaba la lógica de jugar con nueve, le costaba un mundo generar peligro, si bien, muy ordenado y multiplicándose como podía, no se lo puso fácil a una Real a la que le faltaron ideas, paciencia, más verticalidad y acierto.
Los donostiarras protagonizaron varios intentos para sentenciar el choque por medio de Kubo, de Brais con un córner directo que dio en el exterior de un poste del marco local, de Silva en una acción en la que Sorloth no atinó a remachar o, ya en el tramo final, del canterano Pablo Marín en un uno contra uno que salvó Bono.
Sin embargo, los realistas fueron incapaces de solventar el duelo frente a un equipo sevillista que lo fió todo a defenderse con uñas y dientes y a intentar atrapar una acción aislada, a balón parado, para buscar un empate que resultó imposible a pesar de que un cabezazo del marroquí En-nesyri, a 12 del final, salió rozando el palo.