NADA SUENA A AUTÉNTICO EN ESTE MUNDIAL
DÍA D para el fútbol, ya que arranca la mayor cita, esa que cada cuatro años concita una atención universal, pues empieza el Mundial, un Mundial más, y en este caso aún más ominoso que aquel de 1934 que manejó el Duce de la misma forma que manipulaba a Italia, su país. Más vergonzante que aquel que el Fascio manejó a su mayor gloria, afortunadamente efímera. Hoy, un más de lo mismo, pero mucho más vergonzoso que aquel.
Fuera de fecha, hinchas de ‘atrezzo’ y un país impresentable es el universo de Qatar 2022
Los polvos de aquella maniobra de Sarkozy en perjuicio de Estados Unidos han traído los lodos de un Mundial fuera de fecha que interfiere en las competiciones domésticas y en uno de los lugares más repudiables del orbe. Y todo empieza con un apasionante Qatar-ecuador, dicho sea con el sentido más irónico posible. Es un Mundial inexplicable a todas luces en una satrapía islámica y que se llevó por delante a un montón de mandamases del fútbol mundial.
Mientras más se acerca la hora de su comienzo, menos asimilamos por qué el dinero, sólo el maldito parné, ha movido tantas voluntades para que en vez de ir a Estados Unidos el próximo verano focalicemos la atención en un minúsculo país que sigue lapidando adúlteras y decapitando disidentes. Y en el recuerdo, aquel lejano día en que Bill Clinton encabezaba la delegación yanqui sin saber que, mediante una felonía gala, iba a quedarse compuesto y sin Mundial.
Y en el corazón de esta barbaridad, el fútbol y sus circunstancias, incluso con hinchas de
atrezzo a tanto el grito de ánimo a quien toque. Suena todo tan falso que cuando las manecillas del reloj del tiempo cabalgan hacia la Hora H y vivimos ya en el Día D, nada de lo que ocurra desde las cinco de esta tarde hasta que sean las cuatro del día 18-D quitará las ganas de ver las cosas con la nariz tapada. Fuera de fecha, fuera de su hábitat, nada suena a auténtico en Qatar 2022.