Del himno de Riego al “bye, bye Álex”: la última final de Australia
particular, el zurdo nacido en Tel Aviv y el diestro de Turín alcanzaron uno de los momentos de mayor locura en el séptimo juego del tercer set, con una retahíla de bolas magistrales y errores de aficionado que condujeron al primero a disponer de tres bolas de rotura y al segundo a salvarlas al límite para mantener su servicio.
Después, Felix Auger-aliassime empató para Canadá la eliminatoria al vencer con solvencia, por 6-3 y 6-4, a Lorenzo Musetti, otro de los jugadores llamados a ser protagonista de los próximos años. El norteamericano, sexto del ránking mundial a sus 22 años, estiró hasta la Davis su excelente final de temporada: tres títulos en octubre, semifinales en el Masters 1.000 de París y clasificado para las finales ATP, donde ganó un partido a Rafael Nadal.
Canadá no ha ganado nunca la Copa Davis. Jugará su segunda final, después de la que perdió en 2019 en Madrid ante España, en el estreno del actual formato de la Davis. Canadienses y australianos se han enfrentado en diez ocasiones con clara ventaja de 91 para los
Australia tiene ganas de reivindicar su historia como potencia de la Copa Davis y lo hará en la final de Málaga, la primera que disputa desde aquel título que ganó en 2003, inolvidable para los vencedores pero también para el equipo perdedor, España. Desde la presentación de los equipos, en la que sonó el Himno de Riego en lugar del himno constitucional español, hasta el 6-0 que Juan Carlos Ferrero encajó en el quinto set del último partido o el “bye, bye Álex’” que el público dedicó a Corretja, la eliminatoria fue una carrera de obstáculos para el equipo que capitaneaba Jordi Arrese. En cambio, para los australianos la victoria tuvo un tono épico gracias al punto definitivo que logró Mark Philippoussis con un hombro casi roto. En aquel equipo jugó y ganó el actual capitán de la selección aussie, Lleyton Hewitt, que ahora puede ganarla de nuevo.