El flamenco quiere “discriminación positiva” para llegar más lejos
● Implicados en la apuesta isleña y expertos defienden que la administración andaluza cree una estrategia desde la Ley del Flamenco y concrete los recursos para el futuro de esta industria
La Isla vive desde hace unos años un verdadero idilio con el f lamenco, que se ha convertido en una decidida apuesta tanto desde lo público –el Ayuntamiento– como desde el ámbito privado: los promotores de conciertos y festivales, las productoras especializadas... La apertura del Museo Camarón en 2021 ha materializado esa apuesta por el f lamenco con la que la ciudad está abriéndose camino y creándose una marca y que, como no podía ser de otra forma, se personaliza en el gancho que brinda la figura universal de Camarón.
Coincidiendo con el aniversario de su nacimiento –hoy 5 de diciembre el cantaor hubiese cumplido 72 años– Grupo Joly y Diario de Cádiz, en colaboración con el Ayuntamiento de San Fernando, han reunido en un desayuno de redacción a los principales artífices de este impulso que se ha dado al f lamenco en La Isla y a algunos de los mejores expertos de la provincia para hablar del potencial del flamenco y de sus posibilidades tanto para proyectar una identidad cultural como para convertirse en un verdadero motor económico, un elemento dinamizador de las ciudades y un recurso turístico que sea a la vez fuente de empleo y riqueza.
En eso, desde luego, coinciden todos los participantes de este desayuno de redacción que se celebró en las instalaciones del Centro de Interpretación dedicado a Camarón de La Isla: la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada; la periodista de Tamara García, especializada en temas culturales y en flamenco; Francisco Perujo, coordinador del máster de Investigación y Análisis del Flamenco de la Universidad de Cádiz (UCA); Nicolás Sosa, presidente de la Federación Provincial de Peñas Flamencas de Cádiz; Omar Osuna, promotor del festival Bahía Sound; Javier Fernández, impulsor de
y José Carlos Conde, gerente de Womack Studios y responsable de la musealización del Museo Camarón. La cuestión es cómo se llega a aprovechar ese potencial del flamenco como recurso. Y aunque La Isla es un ejemplo de éxito, en el debate suscitado en el desayuno surge enseguida la cuestión del papel que en todo esto debe tener lo público –las administraciones– en línea con la Ley del Flamenco que la Junta de Andalucía está tramitando ahora.
Este arte, desde el punto de vista de su preservación como patrimonio propio andaluz pero también ante las posibilidades que concentra como industria cultural, se considera que debe contar con
una protección especial de los gobiernos: el central, pero sobre todo el andaluz, algo en lo que coincide la mayoría de los participantes. “Es el único elemento del patrimonio cultural andaluz con una referencia específica y concreta en el articulado del Estatuto de Autonomía”, apunta Perujo para cimentar esta reclamación. “Corresponde a la Comunidad Autónoma la competencia exclusiva en materia de conocimiento, conservación, investigación, formación, promoción y difusión del flamenco (...)”, recoge el Estatuto.
Eso hace que se reclamen mejoras en el texto que se tramita, como la inclusión de un estatus especial para las peñas, que menciona Sosa; o la idea de “discriminación positiva”, que alude el coordinador del Máster de Flamenco de la UCA, que hace suya el representante de las peñas, pero también el promotor Omar Osuna o el productor José Carlos Conde. “El flamenco ha estado en un déficit tan grande durante muchos años que quizás tendríamos que encuadrarnos en ese concepto”, defiende Sosa. “Es curioso que el cine tenga exenciones de IVA, de retenciones, y el f lamenco no tenga la misma consideración. En Canarias hay exención de IVA completo y crédito fiscal del 54% si produces cine y 0 si produces flamenco”, compara Conde. “Debería existir una situación de políticas fiscales que no sea onerosa con el flamenco”, tercia Perujo.
Esa diferencia también se percibe en los festivales de música, advierte Osuna, que menciona las subvenciones o patrocinios de estas citas del Gobierno catalán que obligan a la incorporación de artistas de la tierra que canten en su lengua. Igual ocurre en Galicia. “En Andalucía lo hacemos de
Nadie nos obliga a meter flamenco. Ahí se está perdiendo la oportunidad. Y esto no es tener más o menos presupuesto, eso es tener un camino”, explica.
La alcaldesa isleña arroja, sin embargo, una lanza a favor de los avances que ha tenido el f lamenco, con una regulación que ha permitido hacer desaparecer al menos una parte de la economía sumergida y darle dignidad a los artistas y otros agentes implicados, pero también en la visión que se tiene de esta expresión artística como “seña de identidad nacional para el conjunto del país”. No en vano, una encuesta realizada hace unos años por el Instituto Elcano, a través del Instituto Cervantes, arrojaba dos imágenes culturales de España en el mundo: los toros, cuya percepción era negativa; y el flamenco, del que destacaban “el torrencial
Resulta fundamental y necesario el papel de acompañamiento de la administración pública
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dustria”, menciona. Una idea en la que está de acuerdo Nicolás Sosa que apunta también a lo Social con un ejemplo: la obra
“una obra cuyo contenido y metodología están orientados hacia las personas que sufren Alzheimer, con resultados de enfermos que se han expresado después de mucho tiempo sin hablar”, explica. Por eso, ha planteado a Diputación Provincial, cuyo acuerdo con la Federación permite este tipo de iniciativas, que se tenga en cuenta como algo transversal. Un motivo refuerza este planteamiento: la endeblez, o la escasez, que suelen tener las partidas que las administraciones destinan al apartado cultural. “El presupuesto del Instituto Andaluz del Flamenco mantiene congelado lo que recibe el tejido asociativo entre 5 y 6 años”, argumenta.
La alcaldesa isleña defiende, sin embargo, que se reivindique que es Cultura. “En San Fernando me esmero en explicarlo, porque muchas veces la demagogia de la política hace que se critique de manera
Es el único elemento del patrimonio andaluz con una referencia en el Estatuto de Autonomía
burda el incremento de presupuesto cuando la inversión está vinculada a las fiestas y a la cultura”, expone. “Nosotros somos conscientes de que la cultura y los eventos que tienen que ver con las tradiciones y las fiestas –que se promueva la Semana Santa de una manera especial o el Carnaval como expresión cultural– son importantes y los presupuestos se incrementan para acompañar”, insiste. Ahí están los patrocinios de los grandes eventos musicales, la programación del Teatro de Las Cortes –pequeño y por tanto obligado a sufragar desde lo público las actuaciones– o, en el plano más flamenco, la incorporación de iniciativas a lo largo de este año por el 30 aniversario del fallecimiento de Camarón en distintas propuestas. Se refiere Cavada a las exposiciones que los ciudadanos han podido visitar, una en la plaza Juan Vargas y otra en el interior del Museo del fotógrafo Kiki, el mural de Juan Carlos Toro con la imagen de José Monje, la inclusión de la figura del cantaor y su vinculación con Federico García Lorca en la Feria del Libro, a través de la participación de Ian Gibson. O también el apoyo al festival veraniego
“La idea es que vayamos enlazando todo lo que sea una oportunidad para precisamente dinamizar y enriquecer y eso requiere presupuesto. Hay que intentar eliminar del imaginario común el hecho de que si el presupuesto va destinado a Cultura es para el jolgorio…