“Cosas más difíciles se han visto”
Los excapitanes Sergio Rodríguez y Nacho Miras, que formaron parte de la Balona que logró el ascenso en 2021, instan a la plantilla “a luchar hasta el final” para lograr la permanencia
La Real Balompédica contó el pasado sábado, en su valioso triunfo sobre el Rayo Majadahonda, con un apoyo muy especial en la grada. El de dos jugadores que no solo vistieron la camisola albinegra en numerosas ocasiones, sino que portaron el brazalete de capitán de la centenaria escuadra de La Línea y que, además, el 25 de abril de 2021 participaron, de la mano de Antonio Calderón, en el ascenso a la Primera Federación que ahora trata de defender con uñas y dientes. Sergio Rodríguez y Nacho Miras. Nacho Miras y Sergio Rodríguez. Los dos admiten haber tenido sensaciones muy especiales en su regreso al Municipal. Y ambos coinciden en que los albinegros deben creer hasta el final en sus opciones de permanencia en la tercera categoría del escalafón nacional, para lo cual necesitan vencer en Ceuta en la última jornada y que le favorezcan otros marcadores. Uno y otro utilizan términos casi idénticos: “Cosas más difíciles se han visto”.
El talaverano Sergio Rodríguez, que se marchó de La Línea en el verano de 2021 tras cuatro temporadas en la entidad, anunciaba hace apenas unas semanas su retirada del fútbol, después de haber defendido en las últimas andaduras los intereses del
Bollullos. El sábado llegó a la grada de Preferencia acompañado de toda su familia. La descendencia, por cierto, enfundada en camisetas de la Balompédica. Fue objeto de innumerables muestras de afecto por parte de los aficionados.
“La verdad es que ha sido entrar en el estadio y se me han venido a la cabeza muchísimos recuerdos”, decía el lateral, visiblemente emocionado, al final de la contienda. “Visitar La Línea siempre supone algo especial para mí y para mi familia y por supuesto ver jugar a la Balona todavía más”.
“Estoy muy agradecido por cómo me ha recibido la gente, porque al final uno juega para hacer feliz al aficionado y que me recuerden con tanto cariño me hace sentir muy orgulloso”, agregaba.
Con respecto a lo sucedido en el terreno de juego, comentaba. “Era un match-ball y la Balona lo salvó. A ver qué pasa en la última jornada”.
“Ahora no valen más cuentas, solo vale ganar”, recalcaba. “La Balona tiene que ir a ganar en Ceuta, sin complejos. La temporada dura 38 jornadas y ha llegado viva hasta la última, así que no queda otra que luchar hasta el último suspiro”.
“Todos hemos pasado a lo largo de nuestra carrera por situaciones como ésta y hasta más difíciles y algunas veces hemos salido victoriosos. Estoy convencido de que la Balona lo va a conseguir”, finalizaba, mientras se fundía en una cariñoso abrazo con quien ha heredado su brazalete, el linense Loren.
Por su parte Nacho Miras, que defendió durante tres andaduras la portería de los linenses, viene de completar una magnífica temporada en el Deinze de la Segunda división de Bélgica, en el que tiene una campaña más de contrato.
No menos cariñoso fue el recibimiento al cancerbero ubetense quien accedió al estadio a través de la bocana de vestuarios y fue saludado por innumerables miembros del club e incluso por los compañeros que habían coincidido con él en la caseta.
“Fue muy bonito volver a La Línea, volver al Municipal, observar las obras, que no había tenido oportunidad de verlas y sobre todo volver a tener contacto con el club, al que yo considero como mi casa, porque fue un lugar importantísimo para mí, en el que crecí muchísimo como persona y como futbolista”, decía.
“La Balona fue el club que me dio la oportunidad de llegar hasta donde estoy ahora y por eso siempre le estaré agradecido”, recalcaba “Ya digo, llegué y me sentí en mi casa”.
“Además tuve la fortuna de irme muy contento, porque vi al equipo ganar y llegar vivo al último partido”, agrega. “Viví el partido como un balono más y lo que yo quiero es que la Balona se salve, porque entiendo además que está en la categoría que, como mínimo merece estar, que es la Primera Federación”.
“Lo más importante era llegar vivos al último partido y ahora es una final y estoy convencido de que, matemáticas al margen, sacando los tres puntos, la Balona se salva”, finaliza. “Todos hemos visto cosas mucho más difíciles”.