El Girona se acerca a la Champions
● Triunfo de los catalanes ante Las Palmas en un pulso con tres penaltis
UD Las Palmas: Álvaro Valles; Álex Suárez (Munir, 63’), Coco, Mika Mármol, Sinkgraven (Sergi Cardona, 63’); Javi Muñoz (Benito, 81’), Perrone (Fabio, 78’), Kirian; Marvin Park, Sandro (Marc Cardona, 63’) y Moleiro.
Girona: Gazzaniga; Èric, David López, Blind, Miguel; Aleix García; Yan Couto (Tsygankov, 70’), Iván Martín (Jhon Solís, 89’), Herrera (Arnau, 89’), Savinho (Pablo Torre, 80’); y Dovbyk (Portu, 70’).
Goles: 0-1 (26’) David López. 0-2 (56’) Dovbyk, de penalti.
Árbitro: Figueroa Vázquez (andaluz). Mostró amarilla a Mármol, Dovbyk, Herrera y Yan Couto.
Incidencias: Partido de la jornada 33ª disputado en el Estadio de Gran Canaria ante 18.734 espectadores.
Efe LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
El Girona acaricia una histórica clasificación para disputar la próxima edición de la Liga de Campeones tras ganar en Gran Canaria a la UD Las Palmas (0-2) en un partido con tres penaltis, aunque solo uno convertido, en la segunda parte, por Artem Dovbyk.
El ucraniano había fallado otro antes del descanso, que remachó David López en el primer tanto del equipo catalán.
El conjunto amarillo tuvo un comienzo impetuoso. Así se originó la acción en la que Moleiro fue derribado por David López en el minuto 6. El árbitro señaló penalti y, aunque el VAR le invitó a revisar la jugada, confirmó su decisión inicial.
Sandro ejecutó el lanzamiento con fuerza, Gazzaniga adivinó el lado y la pelota se estrelló en su rostro, dejando algo conmocionado al portero argentino.
En su primera aparición seria por el área rival, el Girona también se encontró con un penalti a favor. Fue a la salida de un córner, cuando Kirian Rodríguez agarró de la camiseta de forma ingenua a Èric García.
El lanzamiento desde los once metros lo ejecutó Dovbyk, sin excesiva fuerza y colocación, y lo rechazó Valles, pero David López fue más rápido que Álex Suárez y mandó el balón a la red.
Las dos jugadas que marcaron la primera parte le salieron cruz a Las Palmas, apagando su ímpetu inicial, lo que permitió al Girona crecer en el partido y llegar al descanso sin mayores sobresaltos.
En el segundo tiempo, una acción individual de Yan Couto dentro del área la interrumpió Mika Mármol con un derribo que el árbitro castigó de nuevo como penalti. Y se repitió la historia. Fue a verlo al VAR y se reafirmó en su decisión. Y Dovbyk no falló.