Contra el crono
‘Si el asfalto está algo húmedo o incluso sólo frío, no sería justo tratar de medir las prestaciones’, comenta mi compañero Jethro cuando me deja las llaves del GTS. Y tiene razón. Cuando llegué al aeródromo de Bruntingthorpe esta mañana, fue imposible traccionar como es debido ni siquiera en segunda o tercera velocidad. No obstante, con el transcurso de las horas, el sol se asomó y la temperatura subió hasta unos razonables 9 grados.
El GTS necesita que los Michelin Cup 2 tengan la temperatura adecuada y esperar un cierto tiempo entre una aceleración y otra para que las transmisión no se caliente. Con la mecánica en Sport+, el DSC apagado y la caja de cambio en la configuración más rápida, lo único que tienes que hacer es pisar el freno con el pie izquierdo y, con el derecho, a fondo el acelerador. Las revoluciones se estabilizan un poco por debajo de 3.000 rpm y en la pantalla aparece un mensaje que dice: ‘Launch Control activado’. Pero la cosa no es tan simple como quitar el pie izquierdo del freno y mantener el acelerador a fondo ya que, si haces esto, los neumáticos traseros derraparán demasiado. La solución es modular un poco tu ímpetu con el pedal del gas para que traccione bien en primera velocidad –1,7 seg. en el paso de 0 a 50 km/h es ser muy rápido–, para después volver a pisarlo a fondo y, simplemente, disfrutar del cambio engranando una marcha tras otra. BMW declara un paso de 0 a 100 km/h en 3,8 seg., y nuestro GTS lo ha clavado.