INFINITI HACIA LA EXPANSIÓN
Lanzarán el coupé Q60 antes de f i n de año y, en 2017, un revolucionario motor de compresión variable y un nuevo SUV.
CUANDO, EN EL VERANO de 2008, la marca de lujo de la alianza Renault-Nissan llegó a nuestro país, su gama la componían apenas cuatro vehículos. Ocho años después –incluido un cambio de denominación de su gama en 2012–, ya comercializan seis modelos en España y el fabricante se ha introducido, con el Q30 y el QX30, en el segmento compacto; el de mayores ventas en Europa. Pero Infiniti quiere más… y guarda bajo la manga suficiente artillería.
Su primer ‘as’ es la nueva generación del coupé Q60, un vehículo de 4,68 m – que ya avanzábamos en el número 5 de –, que cuenta con un Cx de sólo 0,28. Ya se está fabricando en la planta de Tochigi, en Japón, y empezará a comercializarse en EE.UU. tras el verano, mientras que se espera que llegue al Viejo Continente antes de final de año.
Como principales novedades, el Q60 estrenará un propulsor V6 3.0 biturbo que entregará 400 CV en mercados como el europeo, que en otros como el japonés o el americano se ‘quedará’ en 300 CV. Junto a él, el Q60 también recibirá un nuevo motor 2.0 T de cuatro cilindros y 208 CV de potencia. Ambos propulsores irán unidos a una caja automática de convertidor de par y siete velocidades, aunque si bien los modelos de cuatro cilindros contarán con tracción trasera, en los Q60 S será integral conectable – a partir de ahora, la S identificará a los modelos más potentes de la marca–. De igual forma, los Q60 S contarán de serie con la segunda generación de la dirección bywire Direct Adaptative Steering de la marca, que ha sido revisada para aportar una mayor comunicación al conductor y que pasará a ofrecer hasta seis modos de conducción, además de un sistema de suspensión controlada electrónicamente. Las versiones 2.0 T incorporarán una dirección convencional y una suspensión hidráulica.
También se espera que, antes de final de año, llegue el rediseño de la berlina Q50. Junto con retoques en el frontal, con nuevos paragolpes, y en la trasera, con nuevos pilotos; el modelo japónes equipará los citados propulsores 2.0 T y 3.0 T. Asimismo, recibirá leves cambios en el panel de instrumentación y, por supuesto, la nueva versión de la dirección Direct Adaptative Steering que este modelo estrenó a comienzos de 2016.
LSin embargo, todos los focos se volverán hacia Infiniti durante el próximo Salón de París – del 1 al 16 de octubre– puesto que la marca japonesa tiene previsto desvelar allí una nueva tecnología en la que llevan trabajando... cerca de dos décadas. Se trata del propulsor VC-T, el primer motor de compresión variable de la historia que será comercializado en serie –Saab ya presentó un concepto similar en el Salón de Ginebra de 2000–. Con cuatro cilindros, 2.0 l, turbo y 197 CV de potencia, será capaz de funcionar con una relación de compresión de entre 8:1 y 14:1 –una relación alta favorece el consumo–. Infiniti promete, para este propulsor, un par de 390 Nm y, lo que es más importante, una reducción de consumo del 27% respecto a los actuales V6 3.5 l gasolina a los que sustituirá; es más: incluso “podría reemplazar a alguno de nuestros motores diésel”, revelaron a
responsables de la marca. Este revolucionario motor saldrá a la venta en 2017... bajo el capó de la tercera generación del QX50 –antes, Infiniti EX–, un nuevo SUV de tamaño medio, rival de los BMW X3 o Lexus NX, cuyo diseño estará basado en el prototipo Infiniti QX Sport Inspiration que la marca nipona presentó en el último Salón de Pekín. Este modelo se fabricará en la nueva planta que la marca ha establecido, en colaboración con Daimler, en la localidad mejicana de Aguascalientes y que ha supuesto una inversión conjunta de aprox. 1.000 millones de euros.