En carretera
El pEquEño propulsor dE cuatro cilindros bóxer del Porsche naranja vibra justo a la altura de mis riñones. Por una vez, no le hago ni caso. Estoy completamente absorto observando como un Audi TT está a punto de tener un grave accidente. Justo delante, mi compañero Dan Prosser está provocando que un flamante TT RS se ‘vaya de madre’ para que nuestro fotógrafo tome una buena instantánea en la horquilla del circuito de Bedford –Inglaterra–. El TT se hunde con agresividad a medida que se inscribe en la curva, para luego levantar el morro cuando Dan pisa con fuerza el acelerador, ganando mucha velocidad en el proceso. De repente, la parte trasera empieza a deslizar unos 25 grados, para mantenerse cruzado en ese ángulo mientras el ritmo de la maniobra aumenta; y, mientras las ruedas delanteras apunta recto, las traseras giran como descosidas y el motor aúlla como una bestia. Pese a lo espectacular de la escena, no se produce un accidente, sino que este es el comportamiento del nuevo TT RS cuando aceleras a fondo al trazar una curva de este estilo. Y eso me lleva a pensar que este TT puede que sea diferente a todos los de las generaciones anteriores.
Pero céntrate. Hay que conducir este 718 Cayman S. Y si bien las condiciones resbaladizas del suelo nos hacen abandonar la idea de intentar lograr un tiempo rápido por vuelta, este rato en el circuito nos sirve para recordar por qué este coupé de motor central es tan maravilloso. Es tan ágil, preciso, y si encima lleva el diferencial de deslizamiento limitado como nuestra unidad de pruebas –1.438 euros–, entonces puedes afrontar la grasienta y resbaladiza superficie de este trazado sin miedo alguno. Si pretendes gastarte unos 60.000 ó 70.000 euros en un coupé deportivo que sirva para un uso a diario, el Cayman S seguramente sea la opción adecuada.
¿Seguro? En estas páginas hay dos alternativas que niegan la mayor, por lo que durante los próximos tres días profundizaremos en lo que cada de nuestros contendientes ofrece. Después de ‘ patinar’ por el circuito, nos dirigiremos a las carreteras de North York Moors a pasar una jornada, haremos una parada en el trazado de Blyton Park para intentar dar unas cuantas vueltas en seco –rezaremos para que así sea– y, por último, iremos a Bruntingthorpe para obtener algunos datos de aceleración, frenada... Para cuando acabemos con todas estas