GARAJE EVO
Ya era hora de que Volvo se atreviese a traer al mercado español un Polestar, denominación que reciben sus versiones más extremas y deportivas. El primero en llegar tiene forma de S60 y un motor 2.0 Turbo de 367 CV.
Porsche 911 GTS, Volvo S60 Polestar y BMW i3 REX
TENíA MUCHAS GANAS DE PROBAR un Polestar, y no precisamente por ese llamativo color azul pitufo de su carrocería. Saber que este coche encierra en sus entrañas toda la experiencia de Polestar, el departamento deportivo de Volvo, unido a una mecánica 2.0 Turbo de 367 CV y tracción total, ya es suficiente para que te entren unas ganas irremediables de hincarle el diente.
Y lo cierto es que el resultado no es nada malo. Con 1.751 kilos de peso, el Polestar no es precisamente barato. Pero el motor se muestra bastante rabioso, y el cambio automático de ocho velocidades tiene un excelente funcionamiento, y no sólo porque sea rápido a la hora de subir de marcha; también es muy obediente al reducir, y eso te permite contar con un aliado infalible cuando la carretera se retuerce y quieres ayudarte del cambio para apurar la frenada – que, por cierto, cuenta con unas enormes pinzas de seis pistones que, además de potentes, lo resisten todo–.
La guinda la pone una suspensión firmada por Öhlins que realiza un trabajo soberbio a la hora de contener los movimientos de la carrocería y absorber las irregularidades, dejando bien claro la importancia de contar con una buena amortiguación en cualquier coche.
Este S60 Polestar vale 63.930e – el V60, por 65.710e–. ¿Mucho? Bueno, no está nada mal si tenemos en cuenta que un Audi S4 de 354 CV sale por 72.790e, y que un Mercedes C43 AMG 4Matic –367 CV– vale 69.075e. Sólo queda por debajo el BMW 340i xDrive Aut., pero el bávaro se conforma con 326 CV y prescinde de un look tan deportivo como los demás.