LOS NEUMÁTICOS, DECISIVOS ESTE AÑO
"Hemos desarollado un compuesto específico de neumáticos sólo para este circuito”, explica Xabier Fraipont, director general de Dunlop Motorsports. ¿La razón? “Es una pista con muchas subidas y bajadas. Y en ellas, la velocidad y el peso del coche pueden generar, durante las compresiones de la suspensión, cargas de hasta 15.000 Newton sobre cada rueda”.
La marca británica, uno de los proveedores de gomas de la prueba, desplazó 4.000 neumáticos hasta Nürburgring. Cada proveedor ofrece en esta pista tres tipos de neumáticos: slicks– para seco–, intermedios – slicks con canalizaciones cortadas a mano para lluvia leve– y de mojado –para lluvia fuerte–. “Para los neumáticos de seco ofrecemos tres compuestos: el más duro se usa cuando la temperatura es elevada –durante la tarde del sábado, la pista alcanzó 45o–, existe también uno de dureza media y otro más blando, que se degrada rápidamente y se suele utilizar de noche, cuando las temperaturas bajan. Una parte esencial de la estrategia de los equipos es, dependiendo de las condiciones de la pista, saber cuándo poner uno u otro”, indica Fraipont.
“Cada equipo de GT3”, explica Alexander Kuhn, director de desarrollo de Dunlop, “adquiere unos 35 sets de neumáticos de seco: de ellos, la mitad son del compuesto intermedio, un 20% del duro y un 30% del blando”. Por si la carrera transcurre bajo la lluvia, “reservan también unos 20 sets para mojado”.
Cada equipo es libre de elegir suministrador de neumáticos y, este año, varias escuderías se dieron cuenta de que, debido al calor, las gomas de algún proveedor duraban sólo unas 5 vueltas –125 km–, mientras que las de Dunlop lo hacían 8 ó 9 . Por eso, varios equipos cambiaron de suministrador justo antes del comienzo de la prueba... entre ellos el ganador final.