MASERATI GRANTURISMO MC
Ligeros cambios para ‘aguantar’ un poco más en el mercado... Y ya van nada menos que 10 años.
RECUERDO QUE, EN 1994, acudí a la presentación del Maserati Quattroporte y uno de los trabajadores de la marca estuvo a punto de cometer un delito hacia mi persona por encajar con poca elegancia una crítica hacia aquel modelo.
Afortunadamente, ese tipo ya no tiene nada que ver con la industria del motor. Y es que estoy seguro de que no le iba a gustar el hecho de que este renovado Maserati GranTurismo se me parece mucho al actual Ford Mustang. Es más, estoy casi seguro de que esta vez me hubiera soltado un guantazo antes de siquiera explicarle que lo que acabo de decir es, en realidad, un cumplido.
Pero antes de explicar las razones del piropo, hay que repasar un poco la trayectoria del GranTurismo y GranCabrio. Maserati nos dijo hace unos años que ambos mode- los – el coupé tiene diez años y el descapotable siete– tendrían sustituto en el año 2014. Eso no ocurrió y ahora lo que nos comentan es que su sucesor llegará en los próximos años... sin especificar. Hasta que llegue ese momento, los modelos que están a la venta han recibido un restyling que incluye como mayor novedad un nuevo sistema de infoentretenimiento, con una pantalla táctil de 8,4 pulgadas.
Por fuera, la parrilla frontal es más profunda para asemejarse a la del llamativo Alfieri Concept de 2014; y el parachoques trasero así como los pilotos posteriores son también nuevos. Hasta ahora se podía elegir entre un motor 4.2 o un 4.7 litros, pero la mayoría de los clientes escogían la opción de mayor cilindrada, por lo que la firma italiana ha decidido eliminar el ‘pequeño’. El propulsor 4.7 V8 atmosférico lo fabrica Ferrari y, fun- damentalmente, es el mismo motor que llevaba el F430. La potencia es la misma que en la versión anterior, es decir, 460 CV. Lo que está claro es que esta mecánica es el corazón y el alma de este modelo, con un sonido único y capaz de llegar pletórica hasta unas gloriosas 7.500 rpm.
Cuando aparezca la próxima generación, vendrá seguro asociada a un propulsor turboalimentado –similar al que lleva el inminente Ferrari Portofino–, e intercambiará un sonido y un carácter maravillosos por unas cifras de consumo y emisiones mejoradas. También llevará una caja automática ZF de ocho o nueve velocidades; mientras que la unidad de esta prueba usa una transmisión de convertidor de par con seis marchas... hecha por el mismo fabricante.
Quizá a estas alturas ya te hayas enterado de mi analogía
‘Esta mecánica es el corazón y el alma de este modelo, con un sonido único y capaz de llegar a las 7.500 rpm’
con el Mustang. Ambos emplean tecnología antigua –aunque el V8 del Ford es más moderno que el de Maserati/Ferrari–, los dos permiten aprovechar sus prestaciones de una forma realista en la carretera – el Maserati acelera de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos, por los 4,8 segundos del Ford– y resultan muy entretenidos con tan sólo arrancar sus motores. Además, tampoco ofrecen los últimos sistemas de asistencia al conductor, algo que valoran positivamente muchos entusiastas.
La gama actual del GranTurismo y GranCabrio se compone de dos versiones: el Sport y el MC, siglas de Maserati Corse. Nosotros hemos conducido ambas variantes asociadas al acabado MC. Puedes diferenciarlo del Sport rápidamente por su apertura en el capó de fibra de carbono y, cuando pasas al interior, por las siglas MC inscritas en rojo en los umbrales de las puertas. El MC es 7 kilos más ligero que el Sport pero, aparte de este detalle, no hay ninguna diferencia que afecte al dinamismo. Así, el peso para el coupé se va hasta los 1.873 kg... que frente a los 1.973 kg del descapotable hasta parecen pocos. El sucesor debería ser más ligero gracias al uso de materia- les más avanzados y unas técnicas de producción más modernas.
No tiene mucho sentido comparar este modelo contra sus rivales de Porsche, Mercedes o Aston Martin. Aunque he de decir que ninguno de ellos le dejaría en ridículo dinámicamente. El coche de Módena se comporta bien, la dirección es mejor de lo que recordaba y la transmisión no tiene pega. Pisar a fondo al acelerador supone un avance contundente, y el manejo de las enormes levas es siempre un placer.
La elección entre el GranTurismo y el GranCabrio dependerá de la región donde residas. Es cierto que la variante ‘abierta’ se sacude más de la cuenta en carreteras en mal estado, pero el atractivo de circular descapotado con semejante banda sonora... y, en nuestro caso, con el sol poniéndose cerca del lago italiano de Iseo no tiene precio.
Y hay algo más acerca de estos Maserati: puede que los sustituyan modelos mucho más competentes y sofisticados en pocos años, pero esos nuevos Maserati no ofrecerán la misma experiencia emocional, incluso aunque sean más ligeros, rápidos y eficientes.