GARAJE EVO
El Audi RS 6 Performance es uno de esos coches que parecen estar por encima del bien y del mal. Cada vez que lo probamos, nos bajamos impresionados. Hoy te vamos a explicar exactamente por qué.
Audi RS 6 Performance, Nissan 370Z Nismo
EL AUDI RS 6 PERFORMANCE ya ha sido protagonista de alguna que otra prueba de EVO. Sin embargo, cada vez que me pongo a sus mandos, es capaz de volver a impresionarme como si nunca hubiese conducido un vehículo deportivo.
A mí no es que me impresione que pase de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos, que también. Lo que de verdad me deja de piedra es ver cómo vas a 200 km/h por una autopista alemana sin limitación y, entonces, reduces una marcha y aceleras a fondo. Aquello empieza a empujar de tal manera que tu espalda se pega contra el respaldo como ocurre en un VW Golf GTI a sólo 80 km/h, y la aguja del velocímetro avanza con la furia de un purasangre enfadado en busca de los 300 km/h. ¡Qué manera de correr!
El RS 6, en esos instantes, parece no tener fin. Por momentos, te haces pequeñito a sus mandos, al tiempo que semejante potencial te hace sentir especialmente poderoso en la carretera. Todo un contraste de sensaciones.
Pero lo del RS 6 no es sólo lo que corre. O lo que se agarra. O lo que frena. O lo bien hecho que está. O lo amplio que es. Lo que también mola es cuando se lo enseñas a alguien. Cuando una persona ve el RS 6 Performance, da por hecho que ese aparato tiene que ser muy potente. Creo que ni siquiera caen en la cuenta de que es un familiar, pues la forma de los paragolpes, las ensanchadas aletas o las gigantescas llantas de 21 pulgadas se llevan todo el protagonismo.
Y, cuando les explicas que hay dos versiones, pasa algo curioso. Tú les dices: “el normal entrega 560 CV”, y al instante ves cómo sus ojos se agrandan como ese famoso emoticono del WhatsA- pp. Pero lo más llamativo llega cuando les indicas que éste, el Performance, tiene 605 CV, y que como esta unidad en concreto lleva el pack Dynamic Plus, alcanza los 305 km/ h –también incluye dirección dinámica, suspensión deportiva Plus RS adaptativa, faros Matrix LED y frenos cerámicos–. Entonces, es como si algo en su cabeza hiciese un cortocircuito. Sus ojos siguen igual de abiertos, pero su pecho se hincha, su cabeza se echa para atrás y de sus labios salen expresiones de todo tipo de las que sólo reproduciré dos de las más suaves: “¡Jooooo- deeeerrrr!” o “¡La madre que me parió!”
Lo cierto es que el RS6 es, para mí y por todo esto, el coche más sorprendente de toda la gama Audi, más incluso que un R8. Y no está mal, teniendo en cuenta que el RS 6 normal vale 132.820e y que el Perfomance arranca en los 143.660e.