UNA LARGA LUCHA CON FINAL FELIZ
Corría el año 2003 cuando MercedesAMG presentó el SLR McLaren –por aquel entonces, Mercedes y McLaren estaban asociados en la F1–. El SLR nunca pretendió ser un rival directo del Porsche 911 GT3, ya que se trataba de un concepto muy opuesto, pues era mucho más grande, pesado, potente, exclusivo y caro –en España, 489.728e–. Sin embargo, se posicionaba como el modelo más radical de la marca alemana.
A pesar de su conmovedora carrocería y de las impresionantes prestaciones que proporcionaba su propulsor 5.4 V8 de 625 CV sobrealimentado mediante compresor, en circuito no era mucho más rápido que el Porsche 911 996.2 GT3 RS con poco más de la mitad de potencia: en el trazado de Nürburgring, Walter Röhrl paró el crono en 7:43 con el Porsche, mientras que Klaus Ludwig sólo pudo ser 3 segundos más rápido con el Mercedes –7:40–.
En 2009, El SLR McLaren fue descatalogado tras unas 1.700 unidades fabricadas, y Mercedes cambió de rumbo con su sucesor: por 196.000e, el SLS AMG con motor atmosférico 6.2 V8 de 571 CV sí parecía poder ser un buen rival para los 911 más ambiciosos, como el Turbo y el GT3. Sin embargo, en el 'Infierno Verde', tampoco batió al Porsche con claridad a pesar de su mayor potencia: Horst Von Saurma obtuvo un tiempo de 7:40, registro que Röhrl igualó con el 997.2 GT3 de 435 CV. En la carretera, el SLS tampoco fue más convincente que el 911, aunque su última versión Black Series –2013–, inspirada en el SLS GT3 de competición y dotada de 630 CV, sí fue apasionante.
La llegada del actual AMG GT, como sucesor del SLS, se produjo en 2015. Con una nueva bajada de precio –a día de hoy, desde 147.100e–, un motor 4.0 V8 biturbo de 462 CV –cifra que, en la actualidad, ha crecido a 476 CV– y una conducción mucho más equilibrada que la de sus predecesores, Mercedes definitivamente encontró un buen rival para el 911.
A decir verdad, el AMG GT estándar no alcanzaba la gloria de los 911 a nivel dinámico –sobre todo en circuito–, pero este aspecto se refinó bastante con el posteriores AMG GT S de 510 CV –actualmente 522 CV– y se acabó por pulir con el AMG GT R de 585 CV, el modelo que por fin ha logrado 'tocarle los...' al Porsche 911 GT3, acercándose mucho a su equilibrio y eficacia, pero siendo bastante más veloz. Y esto es algo que muy pocos han conseguido.