EVO (Spain)

CYRIL ABITEBOUL

- por sergio rodríguez

El mandamás de Renault F1 es la persona de la que depende el futuro inmediato de Fernando Alonso y Carlos Sainz

El mandamás del equipo Renault de F1 fue la persona más joven en dirigir un equipo del Gran Circo. El próximo año podría ayudar a Alonso a ser nuevamente campeón del mundo, ya que el grupo francés acaba de alcanzar un acuerdo con McLaren para suministra­rle los motores de la temporada 2018.

EN 2017, Nuestro objetivo es acabar el Mundial de constructo­res entre las cinco primeras escuderías del campeonato. Aunque no tenemos prisa, se trata de un proyecto a largo plazo. No esperamos milagros de la noche a la mañana, pero tenemos claro dónde deberíamos estar a finales de esta temporada”. Quien así habla es Cyril Abiteboul, director general de Renault Sport Racing.

Y cuando este ingeniero aeronáutic­o, nacido hace poco más de 40 años en París, habla sobre el futuro del equipo francés, es convenient­e escucharle. Y es que, posiblemen­te haya pocas voces más autorizada­s que él dentro de la escudería del rombo. Porque Abite- boul, además de ser el máximo responsabl­e del equipo Renault de Fórmula 1, conoce a la perfección las interiorid­ades de la casa, después de haber estado prácticame­nte toda su vida profesiona­l trabajando en ella.

En sus previsione­s acerca del futuro de Renault en la competició­n deja entrever varios rasgos de su personalid­ad: Abiteboul es una persona cauta... aunque optimista: “esta es la primera campaña en la que competimos desde el principio como un equipo... En 2016 corrimos con un coche que había sido construido con unos plazos muy cortos. Esta pretempora­da sí que hemos podido trabajar en nuestro coche... por lo que las expectativ­as son altas y deberíamos hacer grandes progresos”.

Dicho y hecho. En 2016, el equipo acabó el Mundial de constructo­res en novena y an- tepenúltim­a posición, con ocho puntos, un séptimo puesto como mejor resultado y a una distancia considerab­le de sus rivales directos – el séptimo, Toro Rosso, logró 63 puntos–. Mientras que, en 2017, Renault ha ascendido hasta la séptima plaza de la parrilla, ha logrado sumar 42 puntos cuando aún no se han disputado ni tres cuartas partes del campeonato y no está muy lejos del objetivo que Abiteboul marcó a comienzos de temporada; Williams, quinto en el Mundial de constructo­res, suma 59 puntos, sólo 17 más que los franceses.

Y es que Abiteboul está acostumbra­do desde muy joven a los grandes retos. Criado en el seno de una familia parisina acomodada, estudió en dos prestigios­as escuelas de educación secundaria, el Lycée Carnot y el Lycée Chaptal, ambas conocidas por preparar a los

talentos más prometedor­es de Francia. Para hacerse una idea, tan sólo hay que señalar que dos de los últimos presidente­s de la República compartier­on centro escolar con Abiteboul; Jacques Chirac estudió en el Lycée Carnot y su sucesor, Nicolas Sarkozy, en el Lycée Chaptal.

Tras finalizar la secundaria,

Cyril comenzó a cursar Ingeniería Aeronáutic­a en el ENSEEG –la Escuela Superior Nacional de Electroquí­mica y Electromet­alurgia– de Grenoble, otra elitista entidad que acoge a algunos de los mejores cerebros franceses.

Por tanto, no es de extrañar que, en 2001, y nada más graduarse en la Universida­d, se uniera al Renault F1 Team en calidad de ingeniero, ocupando diferentes puestos. Precisamen­te, en 2002 la escudería francesa regresaba a la Fórmula 1, tras adquirir el equipo Benetton y después de quince largas temporadas de ausencia. Es difícil medir el grado de responsabi­lidad de Abiteboul en los éxitos del equipo Renault de Fórmula 1, pero lo cierto es que, a lo largo de los siguientes años, vivió su etapa de mayor esplendor: logró el título de campeón del mundo de pilotos –con Fernando Alonso– y el de constructo­res en las temporadas 2005 y 2006.

En 2007, la compañía francesa decide que, debido a su gran capacidad empresaria­l, Abi- teboul es la persona ideal para ejercer como director de desarrollo de Negocios de Renault F1 Team, puesto que desempeñó a lo largo de casi tres temporadas. Durante estos años, fue el responsabl­e de los aspectos comerciale­s que rodeaban a la escudería, incluido el trato con socios y patrocinad­ores.

En mayo de 2010, Cyril fue ascendido al puesto de director ejecutivo de Renault Sport F1 –división creada ese año para encargarse del suministro de motores y tecnología– y, en 2011, se convertía en director general adjunto de las actividade­s de F1 de Renault, justo en el momento en el que la compañía volvía a reorientar sus actividade­s en la F1 exclusivam­ente al suministro de motores. Abiteboul sería el encargado de supervisar las relaciones contractua­les, y las actividade­s de marketing y comunicaci­ón con los equipos asociados como, por ejemplo, Red Bull.

Sin embargo, en noviembre de 2012, con 35 años recién cumplidos y menos de un año después de que el fabricante francés anunciara su decisión de retirarse de la F1, Abiteboul abandona Renault y pasa a ser el CEO del equipo Caterham F1 Team – convirtién­dose en la persona más joven en ocupar este puesto en la historia de la F1–.

Se trataba de una experienci­a bastante exótica y arriesgada porque el paso a la escudería Caterham tenía sus riesgos. En primer lugar, era un experiment­o de un país y de un Gobierno, el de Malasia – sin ninguna tradición en el mundillo de la F1–, cuyo principal objetivo, más que el automovili­smo en sí, era promover la unidad entre los malayos.

Además, su llegada se produjo en un momento difícil. El Caterham CT01 había marcado unos tiempos esperanzad­ores durante los tests de pretempora­da, sin embargo, nada más comenzar el campeonato de 2012 se comprobó que los monoplazas tenían mucha fiabilidad, pero su rendimient­o era igual de discreto que la temporada anterior bajo la marca Lotus; finalmente terminó el campeonato en décima posición –sólo por delante de Marussia y de HRT–.

Ya desde el comienzo de 2013, Abiteboul se mostraba tremendame­nte realista y no confiaba demasiado en las posibilida­des de puntuar

“DE ABITEBOUL DEPENDE EL ÉXITO FUTURO DE LOS ESPAÑOLES EN LA FÓRMULA 1 ”

de su equipo. Pese a ello, la escudería confirmó que seguirían usando los motores Renault en el año 2014, en el que se estrenaría­n los propulsore­s V6 turbo. Vistos los malos resultados y apenas superado el ecuador del campeonato, Caterham comenzó a centrarse en el desarrollo del monoplaza de la siguiente temporada, y terminó en la 11º y última posición del campeonato de constructo­res.

Pese a que el coche de la temporada 2014, el CT05, presentaba un diseño frontal bastante renovado, su rendimient­o no fue muy diferente del de sus antecesore­s. Así, con el discurrir del campeonato el equipo se confirmaba como el farolillo rojo de la parrilla. Tony Fernandes, propietari­o de Caterham, ya había insinuado a principios de año que, de finalizar de nuevo la temporada sin puntuar, el equipo podía abandonar la Fórmula 1. Ni siquiera hubo que esperar a que esta terminara para confirmar una noticia que casi todo el mundo daba por hecha.

El 2 de julio de 2014, Fernandes confirma la venta de la escudería a un consorcio formado por inversores suizos y árabes. La adquisició­n implicaba que Christijan Albers se convertía en el nuevo jefe de equipo, por lo que Abiteboul se veía obligado a hacer las maletas.

apenas unos días después de abandonar Caterham, Abiteboul se reincorpor­a a Renault tras ser nombrado director general de Renault Sport F1. ¿Su misión? Analizar la oportunida­d de readquirir una estructura para volver a la F1 con escudería propia; y asegurar que todas las patas de Renault Sport Racing estuvieran estructura­das, equipadas con recursos suficiente­s y trabajando a su máximo potencial para ofrecer un rendimient­o óptimo. Por si fuera poco, también debía establecer los objetivos en lo que respecta al comercio, comerciali­zación y comunicaci­ón, con el fin de que el Grupo Renault pudiera sacar todo el provecho de sus actividade­s en la F1. Y Abiteboul avisa de que su idea es lograr un equipo campeón.

 ??  ?? De arriba a abajo: Bob Bell, director técnico del equipo de Fórmula 1 Renault Sport F1 Team; Cyril Abiteboul; y Jerome Stoll, presidente de Renault Sport F1. Durante el GP de Bahrain de 2017, junto a Alain Prost, asesor especial de la escudería Renault.
De arriba a abajo: Bob Bell, director técnico del equipo de Fórmula 1 Renault Sport F1 Team; Cyril Abiteboul; y Jerome Stoll, presidente de Renault Sport F1. Durante el GP de Bahrain de 2017, junto a Alain Prost, asesor especial de la escudería Renault.
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