LA DIFERENCIA CON UN MOTOR ES... ¡LA EFICIENCIA!
EXISTE UNA DIFERENCIA FUNDAMENTAL entre un motor de combustión y una batería. Ambos convierten energía química en otra clase de energía. Sin embargo, el motor de combustión es una máquina térmica, en la que se obtiene un trabajo a partir de un intercambio de energía entre un foco caliente y un foco frío. Todas las máquinas térmicas están sujetas a la segunda ley de la termodinámica, y su rendimiento máximo teórico está limitado por la ecuación de Carnot .
En cambio, en una reacción electroquímica, la energía eléctrica se produce directamente, y no mediante intercambio de calores. Por lo tanto, las baterías pueden funcionar a temperaturas ambiente, alcanzando rendimientos energéticos próximos al 100%. El resultado es que una batería es una fuente de energía mucho más eficiente que un combustible. O dicho de otra forma… puede que sea más pesada, voluminosa y cara que un generador diésel… pero siempre va a ser infinitamente más eficiente.
En 1824, Nicolas Sadi Carnot – izquierda– calculó el máximo rendimiento de una máquina térmica, estableciendo que era 1-(Tc/ Tf) – donde Tc es la temperatura del foco caliente, y Tf la del foco frío–. Para conseguir un rendimiento próximo al 100%, un motor térmico debería funcionar a una temperatura infinita. Por eso, el rendimiento real de las mejores máquinas térmicas sólo ronda el 50%... el resto de la energía se desperdicia.