¿ QUé ES LA DEGRADACIóN?
Láminas de grafito Li+ El ánodo se puede degradar si consiguen infiltrarse electrolito entre las capas de grafito (1), fracturándolas. Otra degradación es la aparición de una capa pasivante (2), que cubre el grafito e impide que entre litio Otro problema es que el litio ataque al electrolito, y se disuelva en él, reduciendo la cantidad total de litio La peor degradación es el crecimiento de agujas de litio sobre el ánodo de grafito, que pueden crear cortocircuitos. a su hogar en el interior del grafito. Se da por una mezcla de procesos físicos y químicos. Por un lado, de entrar y salir del grafito, el litio acaba agrietando el ánodo. Por otro lado, el litio, que es un metal muy reactivo, acaba reaccionando con el terminal metálico del ánodo –generando corrosión– y con el electrolito, afectando a su porosidad –se crea algo parecido a grumos–.
En tercer lugar, se depositan sobre el ánodo capas ‘pasivantes’ que recubren el grafito e impiden que el litio vuelva a infiltrarse en su interior. La sobredescarga está directamente relacionada con la creación de esta capa pasivante –ya no entra más litio en el grafito, y comienza a depositarse sobre él–, y es el motivo por el que que no se puede agotar completamente una batería, so pena de arruinarla irreversiblemente.
Degradación en el cátodo y el electrolito: Estos procesos se producen durante la carga, y son los responsables de que las cargas rápidas tiendan a acortar la vida de la batería. Se trata sobre todo de procesos químicos de descomposición de la sal que actúa como cátodo, que da lugar a sales insolubles de litio –como, por ejemplo, el carbonato de litio o Li2CO3– que reducen la cantidad de litio disponible para la batería, producen burbujas de oxígeno – que reducen la solubilidad del litio– o corroen la interfaz entre el cátodo y el terminal eléctrico, incrementando la resistencia interna de la batería.