EVO (Spain)

BMW 325i

El esa casi enfermiza obsesión por avanzar de costado enlazando curva tras curva. De la mano de Tandas Privadas, acudimos al circuito del Jarama para derrapar con un BMW preparado para

- Eduardo Alonso

CREO QUE CORRíA EL AñO 2012 cuando comencé a sentirme atraído por el drifting. Veía vídeos en Internet, visitaba webs y foros especializ­ados... Hubo un día que unos amigos me propusiero­n ir a un pequeño circuito de Ciudad Real donde alquilaban coches de drift. Fui... y me enganché. Tanto que a la semana siguiente me compré mi propio BMW 325i con el fin de prepararlo convenient­emente para el aprendizaj­e, y posterior práctica, del arte del drifting.

Recuerdo perfectame­nte cuando fui a recoger el coche que ves en estas fotos. Estaba en estado completame­nte original, aunque muy raído por dentro, y pertenecía a una amable señora que se deshacía de él porque acababa de encargar un BMW 320d nuevo.

Le hice un mantenimie­nto básico y paso a paso le fui instalando cosas necesarias, como un diferencia­l soldado –o sea, un autoblocan­te al 100%–, una nueva suspensión, un volante desplazado, dos baquets con sus respectivo­s arneses, un freno de mano hidráulico, barras de torretas, una refrigerac­ión mejor para el motor, un escape, frenos... y, por supuesto, lo aligeré al máximo.

Así comencé yendo a los circuitos y, poco a poco, fui pasando de aprendiz de drifter, a adquirir un nivel lo bastante aceptable como para divertirme.

LLa última vez que lo saqué del garaje y lo monté en la grúa fue para llevarlo a un evento dirigido por Tandas Privadas, un club deportivo que se dedica a organizar tandas en circuito para particular­es. En esta ocasión, era el trazado madrileño del Jarama el que nos esperaba para enlazar curvas derrapando de la forma que ves en la secuencia de la derecha. La experienci­a fue muy positiva, con más de 20 coches derrapando a la vez, y con las gradas repletas de gente disfrutand­o del espectácul­o.

Tercera marcha a fondo, frenada fuerte, bajada a segunda velocidad, tirón al freno de mano hidráulico, ¡y gas! Si a base de acelerador y contravola­nte logras mantener una larga derrapada, puedes enlazar todo el sector ‘Super 7’ del Jarama sin dejar de driftar.

Por cierto, en las jornadas de Tandas Privadas no sólo se practica drifting. Cualquier persona puede ir a rodar con su coche, así que si te animas, la próxima vez será el 10 de febrero. El precio de las tandas oscila entre 55 y 199 euros en función del tiempo que quieras estar en pista. Desde luego, es una forma muy asequible y segura de disfrutar de tu coche y de mejorar tus habilidade­s como conductor. Más inf: www.tandaspriv­adas.com.

(@ealonso_evo)

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